Para agricultores tamaulipecos de la región norte, la incertidumbre por los posibles recortes en la cantidad de agua otorgada por la Federación resulta una preocupación en términos de rentabilidad del ciclo de las cosechas. Ellos ya arrastran pérdidas por 2 mil millones de pesos debido al insuficiente recurso hídrico.
Lo anterior les preocupa, por el nuevo impacto que pudiera tener en el volumen de la producción, y es que el Distrito de Riego 025, es uno de los más grandes del país y el principal productor de sorgo a nivel nacional.
Comprende los municipios de Matamoros, Valle Hermoso, Río Bravo y una parte de Reynosa, siendo su superficie total de 202, 500 hectáreas y regable de 183, 578.6.
Así lo explica un estudio del Colegio de Tamaulipas con el título "Seguridad alimentaria. Desafíos para una recuperación sostenible en Tamaulipas", coordinado por Rodrigo Vera Vázquez y que fue publicado el pasado 14 de diciembre.
El documento del trabajo de investigación, explica que este distrito tiene un volumen concesionado de 887.8 millones de m3, pero en los últimos años dicha zona se ha visto afectada por una distribución inequitativa del agua.
De acuerdo con los agricultores, para el ciclo agrario 2019-2020 dicho distrito solo recibió el 43% de la cantidad concesionada que le correspondía, afectando con ello la producción agrícola de dicha zona que asciende en afectaciones a 2 mil millones de pesos.
"La incertidumbre se ancla al cumplimento del Tratado de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos, inmersos en esta situación y dada la escasez de agua en la región, los agricultores reclaman a las autoridades federales el riesgo que conlleva la reducción de los niveles de agua provenientes las partes altas, lo que podría afectar a 15, 000 familias en la zona y a su seguridad alimentaria", se expone.
Aunado a ello, el estudio refiere que otro gran problema de los productores del sector fue el alto costo de los precios de bienes o servicios.
"El 75.3% de los agricultores tamaulipecos consideran que el principal obstáculo para poder desarrollar su actividad, es el elevado precio de los combustibles, pago de energía eléctrica y compra de semillas o agroquímicos, lo que se traduce en un aumento significativo de sus costos de producción restando rentabilidad de sus cosechas".
Menciona que en lo concerniente al nulo gasto federal en materia de fertilizantes en la entidad, existe la posibilidad de que se diluya en el corto plazo el objetivo de incrementar la producción de los cultivos prioritarios de los productores de pequeña escala.
"Además, el reducido gasto federal en materia de sanidad e inocuidad agroalimentaria contraviene el potencial de la región, así como el esfuerzo por mantener y mejorar el patrimonio fitozoosanitario y de inocuidad agroalimentaria, al igual que el acuícola-pesquero en las zonas de mayor desempeño productivo".
Advierte que la poca inversión federal generará incertidumbre en las y los productores que requieren prevenir y combatir plagas y enfermedades que afectan la agricultura, ganadería, pesca y acuacultura; "con ello se desatiende la producción y la correcta utilización de los alimentos".
Por lo que toca a los proyectos federales específicos de inversión para Tamaulipas, llama la atención del Colegio de Tamaulipas que la Federación no distribuirá recursos en materia de conservación de infraestructura carretera, mismos que permiten una distribución eficaz de la producción emanada del sector agropecuario y pesquero.
"Lo anterior también se constata en la nula inversión relacionada con estudios y proyectos de caminos rurales y carreteras alimentadoras".
Refiere que la FAO manifiesta que se debe contar con acceso adecuado a infraestructura básica con el fin de lograr diversos objetivos de desarrollo sostenible, entre ellos se encuentra el acceso a canales de riego, drenaje, agua potable, presas, carreteras, tuberías, etcétera.
Dicha instancia internacional, en su informe “Infraestructura rural mínima para prosperar” señala que el hecho de no contar con inversión en estos aspectos constituye de forma general una causa de pobreza, falta de crecimiento económico y desigualdad.
El Colegio de Tamaulipas concluye que al verse afectada la cadena de suministro, se advierte un riesgo de acceso económico y físico a los alimentos, por lo que se vulneraría la garantía del estado para otorgar variedad de alimentos y aporte nutricional en la población.
"A la par, la obsolescencia de infraestructura retrasaría la posibilidad de contribuir en acciones de mejora al cambio climático", puntualizó.
EAS