Comienza en Tamaulipas la cosecha de okra, comestible parecido al nopal que se exporta 95% a Estados Unidos y 5% a Europa, luego de que su consumo es rechazado en el estado y país. La pizca es fuente de empleo para trabajadores que llegan desde otras regiones de Tamaulipas, así como de Veracruz y San Luis Potosí, informó el presidente de la Unión Agrícola Regional del Norte del estado, Juan Manuel Salinas Sánchez.
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“El 95% de la producción de okra en esta región norte de Tamaulipas es para exportación a los Estados Unidos, y alrededor de un 5% a Europa, es muy poca la demanda nacional y estatal, por lo que invitamos a las personas para que la consuman”, dijo.
Destacó que el fruto comestible de esta planta es una especie de vaina verde con un ligero sabor a berenjena una vez cocinada, y gran cantidad de mucílagos (fibra soluble), lo que le otorga una serie de propiedades beneficiosas para la salud.
“La okra la consumen los estadounidenses como nosotros consumimos el nopal; la producción es para exportación, aquí no la comemos por falta de cultura, en supermercados nadie la compra, mientras Estados Unidos hasta nos facilita la semilla para su siembra”, expuso.
Esta semana comenzó la pizca y en el presente ciclo agrícola la superficie reportada como sembrada es de 4 mil 446 hectáreas, principalmente en municipios de Matamoros y Río Bravo, detalló el representante, acompañado de los productores Juan Rosenbaum y Moy Sauceda.
“La siembra en la región se da en dos etapas, la primera inicia en los últimos días de febrero y primera quincena de marzo, y la segunda a mediados de mayo, aunque esta última con menor superficie”, explicó Juan Manuel Salinas.
Su cosecha es manual, por lo que cada año se requiere contratar trabajadores que viajan desde el centro y sur del estado de Tamaulipas, así como de comunidades de Aquismón en la huasteca potosina y del norte de Veracruz.
“El agricultor va especialmente a contratar la gente y envían una parte en autobús y otra parte se los traen en su camioneta, algunos de los pizcadores aguantan hasta que se acaba la primera etapa, es decir, dos o tres meses”.
Y es que la temporada se extiende casi cinco meses y se requiere un trabajador por hectárea, pudiendo pizcar media cada día, refirió Salinas Sánchez.
La producción por hectárea varía por los cuidados y atención que se brinde a la planta, pero va desde mil hasta 2 mil 500 libras por hectárea en cada corte, es decir, cada tercer día.
“El pago al trabajador al empezar es por jornada de medio día, ya que la producción aumenta se les paga por volumen de pizca, o sea por cajas”.