La ciudad de Tehuacán y la región, se ha ubicado como el mayor productor de jeans, chamarra y uniformes industriales, compitiendo con Torreón Coahuila, así como con otros fabricantes nacionales y exportadores hacia Estados Unidos, informó el representante de Asociación Mexicana de Productores del Vestido en la zona, Alfonso Ortigoza Centeno.
Las empresas locales se mantienen atentas a las tendencias de mercado, así como a la demanda de productos específicos que tienen los mercados internacionales, para cumplir con esas innovaciones y mantenerse en la línea de la competencia.
Debido al desempleo que generó la pandemia y al comenzarse a regularizar los mercados de la ropa, se comenzó a presentar la falta de mano de obra porque hay personas que no están interesadas en trabajar en esas actividades.
Las empresas de la región solo están operando al 80% de la capacidad de cada industria, estimando un faltante de entre 2 mil a 3 mil puestos.
La falta de personal en varias líneas de producción no se ha visto reflejada en la producción y entrega de las prendas que se confeccionan en la zona y que se estiman en dos millones de prendas de vestir al mes en la región.
La mayoría de las vacantes en esta industria son de personal técnico en el área de diseño, trabajadores que hablen inglés, técnicos de lavado y gente más capacitada para la operación de diversas máquinas para la elaboración de diferentes prendas conforme a lo solicitado por los clientes.
Como resultado de la competencia industrial entre Estados Unidos y China, se ha visto beneficiado al mercado mexicano, principalmente a Tehuacán, considerado como uno de los municipios que tiene la infraestructura para tomar los contratos que dejó el país del oriente. La demanda nacional que existe en la producción textil ha hecho que diversos mercados se abrieran oportunidades de expansión a lugares como Colombia y de esta forma llegar más pronto a los mercados sudamericanos.
Dijo que el sector de la maquila de ropa puede competir a nivel internacional, hecho que ha sido reconocido por la Secretaria de Economía federal y el Gobierno del Estado, con quienes se inició el clúster de la industria del vestido, que genera una sinergia entre textileros.
Respecto a los insumos que se produjeron durante la pandemia como batas, cubrebocas o bolsas para cadáver, disminuyeron la producción en al menos en un 10%, ahora lo que están vendiendo es parte de lo que se quedó en el almacén, ya que muchas maquiladoras aún tienen suficiente mercancía en inventario.
CHM