Terremoto, sismo o temblar son diferentes maneras de llamar a los movimientos de la corteza terrestre que se originan en el centro de la tierra y se propaga en forma de ondas en todas direcciones. México está ubicado en una zona altamente sísmica, por lo que es importante conocer a detalle los movimientos telúricos para estar preparados ante un evento de esta naturaleza.
Los temblores en México suceden con más frecuencia de los que se perciben. El Servicio Sismológico Nacional reporta que en 2019 se registraron 26 mil 443, de los cuales 34 fueron mayores a magnitud 5.
¿Cuál es la magnitud máxima de un sismo que se espera en México?
Aunque aún no existe un mecanismo que permita predecir cuándo, dónde y de qué magnitud será un sismo, ver la historia sísmica de una zona puede dar una idea de los temblores que pueden originarse en una región.
El Servicio Sismológico Nacional sólo tiene información sobre actividad sísmica en México hasta 225 años atrás, pero con base en ese lapso, la magnitud de los sismos en el país podría limitarse a 8.6, sin embargo se desconoce si antes de ese tiempo hubo temblores de una magnitud mayor.
¿Qué es un sismo?
El Servicio Sismológico Nacional explica que los sismos son un rompimiento repentino de las rocas en el interior de la Tierra. Esta liberación repentina de energía se propaga en forma de ondas que provocan el movimiento del terreno.
Al respecto, el Servicio Geológico Mexicano añade que los temblores son de corta duración, de intensidad variable y regularmente producidos por el movimiento de las placas tectónicas, aunque también tienen otras causas.
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Causas de los sismos:
El Servicio Geológico identifica cinco situaciones como causantes de sismos, que son:
- Tectónico: son los sismos que se originan por el desplazamiento de las placas tectónicas que conforman la corteza, afectan grandes extensiones y es la causa que más genera sismos.
- Volcánico: es poco frecuente; cuando la erupción es violenta genera grandes sacudidas que afectan sobre todo a los lugares cercanos, pero a pesar de ello su campo de acción es reducido en comparación con los de origen tectónico.
- Hundimiento: cuando al interior de la corteza se han erosionado las aguas subterráneas, va dejando un vacío, el cual termina por ceder ante el peso de la parte superior, lo que genera vibraciones conocidas como sismos. Su ocurrencia es poco frecuente y de poca extensión.
- Deslizamientos: el peso de las montañas es una fuerza enorme que tiende a aplanarlas y que puede producir sismos al ocasionar deslizamientos a lo largo de fallas, pero generalmente no son de gran magnitud.
- Explosiones Atómicas: realizadas por el ser humano y que al parecer tienen una relación con los movimientos sísmicos.
Sismos tectónicos, los más comúnes
Los sismos provocados por el movimiento de las placas tectónicas, que son porciones de material sólido que "flotan como corchos" sobre el magma de la Tierra y que al interactuar entre ellas, generan y liberan energía.
En México convergen cinco placas tectónicas, Caribe, Pacífico, Norteamérica, Rivera y Cocos, de las cuales las últimas dos se sumergen sobre la placa de Norteamérica.
En conferencia de prensa tras el sismos del martes 23 de junio, la directora del Servicio Sismológico Nacional, Xyoli Pérez, explicó que las placas que se sumergen debajo de otras sin resbalar, por lo que forman una cuña de tierra que cede y libera energía, lo que produce un sismo que se dispersa en forma de ondas en todas direcciones.
RLO