El termómetro marca al menos 37 grados centígrados y el cristal del automóvil hace un efecto lupa en la piel mientras se conduce a Tlahualilo, municipio que expone con claridad el desastre ambiental producido en la Comarca Lagunera tras décadas de sobreexplotación de los mantos acuíferos.
Allí las protestas por el agua se elevan en dos niveles. El primero como reclamo ciudadano donde Armando Castro como director del Sistema de Alcantarillado y Agua Potable de Tlahualilo (SIAAT) refiere que de 8 mil 500 usuarios, solo el 10 por ciento paga una tarifa general de 80 pesos mensuales, pero la demanda persiste en una región donde perforar nuevos pozos garantiza altas concentraciones de arsénico en el líquido.
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El segundo nivel de este infierno ambiental es la disputa por el agua destinada al sector agrícola, donde campesinos y pequeños propietarios pelean por los derechos. El saqueo del acuífero, permitido durante décadas por la Comisión Nacional del Agua, se suscribe a una política impulsada por Carlos Salinas de Gortari al modificar el artículo 27 constitucional para desmantelar los ejidos, a favor de los terratenientes.
Así lo explicó José María Cháirez Guerrero, campesino del ejido Lucero quien a través de la Central Campesina Cardenista (CCC) denunció en las inmediaciones de la Oficina de Cuenca Cuencas Centrales del Norte de la Conagua, la falsificación de documentos que permiten la apropiación ilegal del derecho de uso de agua.
“No hay crisis de agua para la gente (en la cabecera municipal), lo que pasa es que están muy retirados de donde está la noria. Hay veces que se quema el transformador o el motor y la paran. Hasta que no se repara llega, pero el agua llega primero al ejido Lucero, ahí está un tanque de almacenamiento y de ahí la avientan para acá; pueden durar unos días sin agua pero se le surte a la gente”, dijo José María.
Con una población que oscila entre los 25 mil habitantes, el municipio es de vocación agrícola y ganadera, pero la infraestructura para la conducción del agua es obsoleta. Si se considera que de la cabecera municipal al ejido de referencia son 32 kilómetros, el desafío de dotar con agua a la gente es grande, por lo que se abastece por tandeo y cuando no llega a través de pipas.
El agua para el campo
“El agua potable se garantiza, pero la que nosotros peleamos es el agua de riego, los derechos de agua. El gobierno de Salinas de Gortari fue el acabóse para nosotros porque le dieron facilidades a los pequeños propietarios, incluso les pusieron una sucursal, que ya no era el Banco Rural, sino Financiera Rural y nada más ellos tenían derecho a crédito y les prestaron dinero hasta para comprar derechos de agua y de tierras ejidales en La Laguna”.
Cháirez Guerrero dijo que de esa manera casi el 40 por ciento de los derechos de agua los ocupan nuevos hacendados, lo que aseguró, “es un robo desmedido, un saqueo que propician los dirigentes de los módulos de riego”.
En su caso pertenece al Módulo XI de Jiménez, Durango y en este se mantiene una gestión compartida, es decir, con la representación del sector social en una administración y a la siguiente con los pequeños propietarios. Pero esta medida quedó muy lejos de establecer un equilibrio entre los interesados.
“Ahí quedaron que primero el presidente del módulo iba a ser un ejidatario y a los tres años de los pequeños porque cada tres años se cambia, pero los que están ahorita en el módulo de Jiménez, de pequeños hay cuatro. Como son los señores del poder, económicamente andan sobrados, en cada elección que hay para comisariado en los ejidos ellos intervienen y compran al comisariado y manejan el agua a su antojo”.
Ante la falta de lluvias y el poco almacenamiento en las presas, los campesinos demuestran su preocupación debido a que para la Comarca Lagunera las autoridades prevén la aplicación de un mini ciclo agrícola primavera-verano de 2025. José María es honesto y dijo que a muchos no les afectará porque ya no siembran. Pero los que sí lo hacen en Tlahualilo y que son mayoría deberán pelear porque el agua llegue a sus parcelas.
Además, los ejidatarios deberán pedir al gobierno federal que otorgue créditos para poder sembrar. Sin embargo, existe un problema por resolver porque algunos derechos de agua mediante contratos o a la palabra se rentaron por 30 años, muchos de los cuales ya se vencieron, por lo cual los campesinos, indicó el entrevistado, se dieron cuenta de que fueron modificados para establecer una sesión definitiva, de manera ilegal.
Afirmó que un total de 2 mil 200 contratos son los que se revisan ahora por las abogadas de la Central Campesina Cardenista y por funcionarios de la Conagua, por lo cual ya se pudieron restituir unos 20 derechos de uso de agua. La lucha se vislumbra larga y apuntó, los más viejos podrían morir y no ver un acto de justicia.
“Es el pleito que traemos nosotros, nomás lo que hemos visto en la Conagua porque hemos ido a checar documentos. Por ejemplo, una hermana mía rentó su derecho de agua, luego llegaron y le dieron el dinero, nunca firmó un contrato, pero ahora aparece un contrato firmado por mi mamá después de tres años muerta, y así están muchos.
“Hacen elecciones amañadas y aparte fraude en los documentos y ellos saben por qué entran sirviendo a los campesinos en el módulo de riego con una bicicleta y al salir después de tres años salen con una camioneta último modelo, con casas por aquí y por allá, tienen dos o tres mujeres y eso no lo hacían antes. Ahí está el mal y es lo que estamos tratando de corregir con el apoyo de las abogadas Elia y Elizabeth Estrada, pero también con el apoyo de la Conagua”.
El agua para consumo humano
El agua sin duda mueve intereses de todo tipo y es por ello que Armando Castro como director del SIAAT precisó, las protestas que se registran fuera de la alcaldía ocultan un trasfondo político, pues la administración municipal la preside una mujer, Judith Rodríguez Olivares, en representación de Movimiento de Regeneración Nacional.
“Yo le voy a ser bien honesto. Hace tiempo tuvimos un problema con el desabasto de agua, detalles con diferentes partidos políticos, ya que somos de Morena. Nosotros tenemos cuatro pozos de agua; nuestros pozos están en el primer ranchito que pasaste y para llegar al primer estanque recorre desde donde salieron, donde cruzaron las vías hasta Lucero, donde está la planta de SuKarne, ahí tenemos el primer centro de almacenamiento de agua”.
Con este centro de almacenamiento, el funcionario dijo que se dota a la población ubicada en los ejidos del sur como Lucero, San Francisco de Horizonte, San Julio, Jauja, Banco Nacional, Benito Juárez y La Virgen, estos dos últimos considerados ejidos de Francisco I. Madero, pero que, por la distancia, el municipio de Tlahualilo les brinda el servicio.
“Desde El Cariño hasta El Lucero deben ser alrededor de 50 kilómetros. Nosotros obviamente no podemos suministrarles las 24 horas a toda la población debido a que el gasto que llega es menor, entonces lo que hacemos es tandear a los ejidos. Al ejido Lucero se le prenden motores a las 7 de la mañana y se apaga a las 2 de la tarde, es un ejemplo nada más.
“A la salida del ejido Ceceda tenemos el segundo estanque de almacenamiento que brinda el servicio a toda la cabecera municipal y a los ejidos periféricos. En Ceceda también se tandea: a la zona centro se le da agua de las 7 a las 10:30 de la mañana, posteriormente se prende para otras colonias de las 10:30 a las 2 de la tarde. De 3 a 7 a las colonias del bulevar a la salida de Tlahualilo”.
Armando Castro refirió que también cuentan con el estanque Las Margaritas que surte a las comunidades de Campana y Balcones entregando un día sí y el otro no porque para llenar el estanque el agua recorre 75 kilómetros en la red de conducción, por lo que se llevan pipas al sitio, al igual que a los ejidos que se ubican a 20 minutos de Bermejillo. En cuanto a infraestructura, dijo que la administración rehabilita el pozo ubicado en Nombre de Dios.
"Si nosotros tuviéramos pozos para dotar el líquido en la cabecera, nos ahorraríamos 75 kilómetros. El costo para perforar anda en los 6 millones de pesos. Uno de los propósitos de Agua Saludable es quitar las concesiones de los pozos y realmente el proceso para licitar un pozo no es tan fácil y realmente no sabemos si con este proyecto se va a poder seguir explotando el manto acuífero".
“Hay otra cosa, diferentes estudios realizados años atrás nos dicen que lo que es en el territorio de Tlahualilo el agua es muy densa, está cargada con arsénico, esa es otra de las situaciones por las cuales nuestros pozos están retirados por la calidad del agua”, dijo el funcionario quien acotó, tienen un mes esperando la llegada del proyecto Agua Saludable con un estimado de 70 litros por segundo.
DAED