Toñito y su inocencia ha cautivado a las y los habitantes de varias comunidades de la parte alta y baja del municipio de San Pedro, aunque siempre se le pude ver por el ejido Concordia, donde la gente lo quiere mucho y le regala comida, además de que lo protegen en cualquier situación que lo pueda poner en riesgo.
A Toñito le dicen el “Taka – Taka”, o el “Piti” de San Ignacio, ya que es originario de esa comunidad rural, de este municipio. Algo singular para que este joven sea muy querido en Concordia y en otros ejidos que de repente visita, es su afición por los aviones, ya que siente que se eleva al cielo con su avioncito de juguete, el que nunca deja ni presta.
Dicen que también hace aviones de madera y los regala a la gente, pero el que ahora porta, es un avión de plástico en color blanco, amarrado con un trapo, de donde lo toma con su mano y por todas las calles, camina y lo lleva al frente como si fuera volando.
Toñito se encierra en su mundo de inocencia, cual si fuera un niño, pero que agrada a la población de los ejidos, en especial a la de Concordia, que es donde asiste. Algunas personas bromean con él, le dicen que es un suertudo por haberse sacado el avión presidencial, que es su gran afición, misma que demuestra, porque para él, su juguete con alas, es su mundo, su espacio y su amor.
“Toñito se pasea por las calles, con su avión, siempre al frente, hace ruidos con su boca, imitando el ruido de las turbinas, sonríe, es lo que le agrada a la gente, es un amor, y él sigue en su mundo, tal vez infantil, tal vez de inocencia, pero nadie le replica palabra mala ni de burla, todos dicen, Dios te bendiga Toñito, a donde quiera que vayas a pilotear tu nave, y él, siempre sonríe”, mencionó un vecino.