Para el lagunero Hugo Ortiz, trabajar papel maché representa una técnica con la que puede crear o darle forma a prácticamente cualquier figura que se pueda imaginar, un gusto que tomó como herencia familiar, ya que su madre tenía un negocio de reparación de figuras religiosas, “un hospital de muñecas”.
“En el hospital de muñecas arreglábamos niños dios y otras figuras religiosas, usábamos óleo, pinturas y demás materiales para reconstruirlos. Mi mamá estudió pintura y escultura en los Estados Unidos, por eso mi trabajo lo traigo de abolengo”, compartió el arquitecto, escultor y escenógrafo, quien también trabajo 14 años como titiritero.
Trabajar con papel maché consta de la colocación de una base de pegamento blanco con piezas de papel que se pegan poco a poco, hasta darle forma a las cosas con la ayuda de lijas y plastas moldeables que se cubren con pintura.
Su especialidad es la creación de altares u ofrendas de muerto y calaveras, calacas hechas de papel maché que ha ido elaborando desde 1994 y que ya cuenta con una colección de casi 100 figuras de diferentes tamaños, que para estas fechas suele exponer en instituciones educativas y centros culturales que lo solicitan.
Para elaborar las primeras calaveras de su colección, Hugo Ortiz se inspiró de las tradicionales catrinas grabadas y dibujadas por José Guadalupe Posada Aguilar, a finales del siglo XIX en la época de Porfirio Díaz.
“Todo el trabajo de José Guadalupe Posada está en pequeñas placas que se pueden ver en el Museo Posada, en Aguascalientes, ahí están los grabados de todas las catrinas, de ahí me inspiré en 1994 para empezar a realizar la colección “Calaveras del Montón”.
Además de trabajar con papel maché, lleva un cuarto de siglo dedicado al manejo de materiales como la nieve seca, fibra de vidrio, madera, metal, alambre y tablaroca, con lo que ha diseñado y fabricado infinidad de objetos como piñatas, figuras gigantes de letras, animales o frutas, personajes navideños y hasta títeres, entre otras cosas especiales que le llegan a pedir.
Las calaveras forman parte de su familia, la mayoría tienen nombre y otras están hechas a base de algún personaje famoso o representativo en la vida de Hugo Ortiz, tal como lo hizo al formar al señor de las aguas frescas, a la señora de las semillas, a la de los tacos y hasta la de la reliquia, incluso a los mariachis del bar Gota de Uva con sus respectivos instrumentos musicales.
Compara su oficio con el de un pastelero, ya que a pesar del esfuerzo y dedicación de la pieza, el cliente se lo llevará y perderá razón de su destino, para lo cual toma fotografías de las figuras y las guarda en un libro portaretratos.
“Todo mi trabajo me apasiona, pero lo que más disfruto es cuando está listo para la foto, no me duele lo que van a hacer con las figuras que me pidan realizar, es como los pasteles, sabemos que se van a destruir pero vale mucho la pena cuando quedan en fotografía”.
Por el tema de la pandemia, le han cancelado las exposiciones de sus peculiares calacas, por lo cual, cuando la situación mejore tiene planeado abrir en su propiedad un museo, el “Museo Épocas del Siglo XX”.
En este sitio buscará exponer al público, además de su exposición de calaveras, su rica colección equipos de sonido y de receptores de radio caseros que datan desde el año 1900 al año 2000. Además tiene en su poder más de 40 grabadoras de casetes que se utilizaban desde los años setentas hasta la fecha.
Detalla que tal museo contará también con la exposición de artículos de los inicios del cine como carteles originales, cintas de cine, así como proyectores antiguos.
“El museo es un proyecto que está enfocado a la colección, conservación, restauración y exhibición de la evolución del siglo XX a través de nuestras colecciones de equipos que han reproducido música en cien años. La intención es exhibir un tiempo la colección de sonido, pero también los artículos de cine que tengo y las Calaveras del Montón”.
Añadió que buscará instalar un teatro de títeres, con lo que Ortiz aprovechará sus 14 años como titiritero, ya que es un especialista y sabe elaborar los muñecos y montar diferentes escenografías.
CALE