El cartero, un oficio icónico hoy en día, en su apogeo fue elemental para las comunicaciones diarias, siendo el intermediario entre miles de historias entre cientos de mexicanos. Su nombre es reconocible para todo aquel que lo escucha, haciendo amigos en sus recorridos diario mediante el saludo amable, así como también enemigos por el correo desafortunado. Con la llegada de las comunicaciones digitales su labor poco a poco se ha ido marchitando en la sociedad, esto exenta a las personas mayores, quienes crecieron utilizando el servicio cotidianamente, y actualmente tras años atrás se emocionan al escuchar el silbido del cartero una vez más.
Margarito Ruiz Castellanos, de 51 años de edad y originario de Torreón, Coahuila, ha laborado en el Servicio Postal Mexicano, mejor conocido como 'Correos de México' desde hace más de 22 años interrumpidos en la ciudad. Fue hijo de un padre cartero, quién falleció cuando el apenas tenia 9 años de edad, sin embargo le hace honor siguiendo su oficio. Es uno de los mensajeros que vivió tanto el correo en su punto como la picada del desuso de este medio de comunicación, y en entrevista para MILENIO, platica como ha sido este descenso, además de como ha sido para él ser cartero en la ciudad.
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La correspondencia que más se entrega y la que ha disminuido
El mensajero postal comenta que anteriormente cuando la correspondencia aún estaba en su época, las cartas que se recibían solían ser de diferente grosor al actual, ya que escribían a puño y letra, esto derivado a que utilizaban varias hojas para enviar su respectivo mensaje, esto según afirma es lo que más ha disminuido hoy en día con los medios de comunicación digitales, porque todo el texto es escrito e impreso mediante computadora; "el correo social en cuanto a cartas, lo que anteriormente eran escritas a puño y letra, ya son muy pocas, las cartas vienen muy delgadas, ocasionalmente solo una que otra y regularmente vienen del extranjero, pero ya es rarísimo, no se ven".
"La única correspondencia que entregamos por lo regular que aún persiste a puño y letra, son de personas que están en algún centro de readaptación o cumpliendo sentencia en la cárcel, pero si ya son contados", agregó Margarito Ruiz.
Respecto al tipo de correspondencia que actualmente sigue circulando en las calles, comenta Margarito, ya no es social, sino empresarial, es decir recibos de pago de servicios que las personas contratan y mantienen mediante el pago de mensualidades, "la mayoría de lo que se entrega actualmente son solamente recibos, ya sea de teléfono, estados de cuenta de los bancos, de tiendas departamentales, es lo más mantiene activo a correos de México hoy en día".
El antiguo silbato del cartero y la nostalgia de las personas de la tercera edad
El cartero, entre su icónica indumentaria y herramientas de trabajo, se encuentra el clásico gorro estilo de plato, su bicicleta o motocicleta y su mochila tipo maletín donde lleva la correspondencia en turno, sin embargo el objeto que muchos desconocen hoy en día y es debido al descenso que ha tenido en la sociedad el esplendor de la carta, es el silbato, esté lo utilizaban para anunciar a los destinatarios fuera de sus domicilios que el cartero había llegado y estaban a punto de recibir su correspondencia.
El silbato fue una de las herramientas de trabajo que se perdió con el paso de los años y se dejó de utilizar por la mayoría de los carteros en el Servicio Postal Mexicano, sin embargo esto no ocurrió para Margarito Ruiz Castellanos quien lo mantiene vigente en sus entregas, además comenta que este tiene efectos nostálgicos en las personas de la tercera edad, quienes al escuchar su sonido recuerdan los vestigios de otra época.
"Algo que me ha tocado ver, es que ha habido algunas personas que se emocionan mucho al escuchar el silbato al anunciar que llegó el correo, por lo regular son personas ya de la tercera edad que al escucharlo les viene la nostalgia de aquellos años en que recibían cartas, en que les daba gusto ir al cartero porque sabían que les iba a entregar su correspondencia, ya sea de amor, de algún familiar. Ellos se emocionan tanto que inclusive me ha tocado ver señoras que se han emocionado hasta el grado de llegar al llanto, se les vienen recuerdos de su juventud, y es que hoy en día ya es raro el cartero que utilice el silbato, ya casi nadie lo utiliza", expresó Margarito Ruiz.
Gajes del oficio
El oficio de emisario postal tiene su lado oscuro, ya que al tener una dirección y un destinatario te aseguras que el paquete llegue a las manos correctas, sin embargo Margarito platica que se han tenido algunos conflictos con disputas familiares en las cuales el cartero en ocasiones termina involucrado.
"Me ha pasado que he tenido problemas con la entrega de algún tipo de correspondencia, sobre todo con personas de la tercera edad, personas pensionadas mediante el tesoro de Estados Unidos, y como su pensión es en dólares y por lo regular son personas mayores que prácticamente dependen de sus hijos para todo, hay parientes que se están peleando por cobrar dicha pensión. Me ha tocado un conflicto de estos que incluso he tenido que asesorarme con mi jefe para coordinar estrategias y poder entregar la correspondencia correcta y en las manos adecuadas, por el conflicto familiar", comentó Margarito Ruiz Castellanos.
Los accidentes también están a la orden del día para los trabajadores postales, ya que al circular diariamente en sus vehículos, se exponen a estas situaciones que en ocasiones son inevitables, "es un poco riesgoso en cuanto al tráfico, unos andan en moto y otros en bicicleta, a veces va uno entretenido buscando direcciones y no falta el percance".
"Una vez, como yo reparto en bicicleta, al pasar por un domicilio que tenía cochera eléctrica, nomas de repente salió de reversa y ya me andaba llevando con todo y bicicleta, pero esa fue la única ocasión para mí, pero si hay compañeros que se han llevado sus lesiones", agregó Margarito Ruiz.
"No se olviden que el cartero aún existe", pide Margarito Ruiz
El mensajero postal es uno de los oficios que en su tiempo fue imprescindible para las comunicaciones pero hoy en día a pesar de que continúa vigente, ya no tiene el mismo vigor debido a las redes sociales, al respecto Margarito Ruiz tiene un mensaje que compartir a la juventud, a las nuevas generaciones que hoy en día desconocen la emoción y la paciencia que eran necesarias para abrir un sobre que podía contener miles de historias de buenos amigos, personas alejadas por la distancia, sueños y romance.
"Recuerden que aún existe el cartero, y tengan un poco de consideración con este oficio que a veces uno les lleva algún paquete que tienen que firmarme y se tardan para salir, en ocasiones ni saludan, y no falta quien ni siquiera nos abre la puerta, nomas eso, que recuerden que aquí seguimos", finalizó Margarito Ruiz Castellanos.
ARG