Como decía Octavio Paz, la arquitectura es testigo insobornable de la historia, ya que trasciende a su tiempo y se vuelve testigo de una época, justo eso ocurre con la Casa Histórica que alberga el Archivo Municipal, quien celebra su primer centenario con la presentación del libro y la exposición fotográfica 'Centenario de la Casa Histórica del Archivo Municipal de Torreón', en el marco de los 116 años de la ciudad.
En dicha muestra, estuvieron presentes la periodista Adriana Vargas Flores, quien fue la que se encargó de realizar la investigación documental, así como el ex alcalde de Torreón, Carlos Román Cepeda y los nietos de don Isauro Martínez, los hermanos María Elena y Armando Martínez Herrera y su prima hermana Martha Morales Martínez.
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Desde 1923
Sobre la Casa Histórica, se dio a conocer que el inmueble fue concebido en estilo neoclásico por el arquitecto Abel Blas Cortinas en 1923, y que fue originalmente la casa particular de don Isauro Martínez Puente, el empresario del espectáculo que mandó construir para la posteridad el mejor teatro de la ciudad y uno de los más hermosos de México.
El ex alcalde Cepeda González, dijo a los invitados sentirse muy afortunado y orgulloso de haber podido cooperar en el rescate de tan emblemático edificio, que se ha convertido en un verdadero patrimonio histórico.
Por su parte, Adriana Vargas, dijo estar feliz y agradecida de haber realizado este proyecto, "fue un algo que comenzamos en el mes de febrero pasado, y como periodista e investigadora, fue emocionante que la familia Martínez me contara lo que se vivió en esta casa en los años 20, no creí ver ya cristalizado este proyecto y estoy muy agradecida por el logro".
Confesó que es un proyecto que se hizo con mucho cariño para el Archivo Municipal, para que la gente conozca los tesoros que guarda el inmueble.
"De alguna manera también es un homenaje a una de las familias más emblemáticas de Torreón, la familia de don Isauro Martínez, no sólo por la creación del bello teatro sino por haber habitado esta casa, desde que la empezaron a construir en 1918 y que concluyó en 1923, estaba destinada a ser teatro y se convirtió en una casa habitación, fueron décadas de vivir en esta vivienda".
El hecho de que un edificio cumpla 100 años y se conserve en buen estado, es para muchos laguneros algo maravilloso, "sobre todo porque muchos edificios se han perdido, destruido, y este lugar ya estaba en ruinas antes de que se rescatara, se hizo un gran esfuerzo en 1991 y desde entonces lo ocupa el Archivo Municipal", recordó Vargas.
Finalmente, antes de pasar al recorrido por la exposición de fotografías, los nietos de don Isauro Martínez, María Elena, Martha y Armando, contaron a los presentes algunas anécdotas que vivieron con su abuelo, a quien recordaron como un hombre trabajador, amable, cariñoso y fiestero.
aarp