La afectación de viajes de la línea de Autobuses Cuauhtémoc, fue mínima tras haber sido clausurada la propia central ubicada en Torreón, cuya línea cuenta con corridas de Torreón a Francisco I Madero.
Eduardo Potisek, uno de los encargados de la Central de Madero, explicó que sí tuvo conocimiento de la clausura, pero no se detuvo la movilidad y se redujo a un mínimo de autobuses.
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Comentó que en la central de Madero se acatan todas las disposiciones sanitarias que han sido expedidas por ambos gobiernos, tanto Estatal como Municipal.
Dijo que frecuentemente el personal de Protección Civil, así como inspectores de Salud, revisan las instalaciones y la funcionalidad de la central, donde se cuenta con el tapete higienizante, gel antibacterial, así como la exigencia del cubrebocas.
Reconoció que el transporte urbano es esencial, por lo que se guardan todas las recomendaciones del Consejo Estatal de Salud, por mínimas que sean.
“Los usuarios son muy rebeldes, algunos no hacen caso a la disposición sanitaria y con la pena, no les brindamos el servicio, por lo que se obliga en cada viaje el uso del cubrebocas”, expuso.
Argumentó que la movilidad de los autobuses se redujo hasta un 50%, así como su capacidad de servicio.
Además se reajustaron los horarios de las corridas; de las 7 de la mañana a 3 de la tarde, corridas hacia los ejidos que convergen con la cabecera municipal.
De Francisco I Madero a Torreón por Gómez Palacio, la última salida es a las 8:15 de la noche y de Madero a Torreón, por la autopista Torreón San Pedro, es a las 9 de la noche.
EGO