Los clubs de motociclistas se distinguen por siempre ir en grupo, todos compartiendo un mismo símbolo, normalmente expuesto mediante un parche en un chaleco que en su mayoría es de piel o mezclilla, y al igual cuentan con un lema que los representa a ellos y los valores que distinguen al club en sí. La Comarca Lagunera no es la excepción en cuanto historias de los caballeros errantes de la gasolina, ya que aquí y en todas partes la distinción que une a todos los miembros de un club por igual es la pasión por los vehículos a dos ruedas, y su motor, pese a que podríamos pensar que funciona a base de diésel, realmente se mueve con la libertad.
Unos de estos clubs son 'Los Mexicas', miembros que están esparcidos en los alrededores del país, siendo fundado originalmente en Cardel, Veracruz en el año 2003, tiene sedes en Monterrey, Zacatecas, Ciudad de México y en La Laguna, siendo estos últimos, quienes en entrevista para MILENIO, nos comparten un poco de su estilo de vida, filosofía, así como también algunas anécdotas del camino y del compañerismo que se respira abordo del asiento de sus motocicletas, estos comparten un mismo lema, que es: "Llegamos juntos, nos vamos juntos".
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Manuel Hernández, miembro y fundador de este club en La Laguna, nos explica que dentro de estas sociedades a los miembros que se encuentran en diferente zona geográfica son divididos mediante el término de 'capítulos', estos dependiendo de su trayectoria, tienen mayor o menor autonomía y jerarquía en el moto club, "por ejemplo en clubes que tienen más capítulos en más ciudades y estados, digamos que si el fundador original que es de Cardel, Zacatecas, a él se le conoce como 'Presidente nacional', quien viene siendo presidente del club en cualquier lado donde existan Mexicas".
Sin embargo entre estas jerarquías y términos coloquiales también existe el rango conocido como 'nómada', el cual Manuel explica, vendría siendo como el presidente del Estado donde se encuentra el club, son quienes organizan a los miembros de los municipios en eventos donde se requiera, "A partir de ahí le siguen el presidente del grupo, sargento de armas, tesorero, secretario, capitán de carretera, pues así básicamente cada quien tiene su función, y al final están los prospectos, son los novatos del grupo, quienes están intentando demostrar que merecen el parche".
¿Cómo se entra a un moto club?
"Más que nada, lo que siempre nos ha pedido nuestro presidente es 'las ganas', él siempre ha dicho que aunque tengas un patín del diablo con que haya ganas de rodar por el camino, con eso te acepta, no hay una motocicleta o cilindrada en específico, simplemente con que alguien se acerque y quiera formar parte, aunque claro, hay un proceso, aproximadamente un mes de 'amigos' se le llama, en donde empiezas a conocer a los miembros, después algún miembro que se reconoce como 'full pass' te apadrina y ahí es cuando te conviertes en un prospecto", explicó Manuel Hernández.
El símbolo de su escudo, la imagen que cargan con orgullo cocido en el chaleco, el cual llaman 'el parche', comentó el entrevistado que a pesar de que entre los diferentes capítulos que hay distribuidos en el país comparten el mismo nombre de moto club ‘Los Mexicas’, ellos no comparten el mismo símbolo de parche, ya que cada una de las sedes que hay en los municipios de los diferentes estados mencionados párrafos arriba, tienen el suyo propio.
“Nuestro escudo se basa en el dios de la muerte de nuestra cultura (Mexicas), se llama Mictlantecuhtli, lo tomamos de ahí por lo mismo del nombre ‘Los Mexicas’ y también tiene dos soles, es la representación de un club que iniciamos pero no se concretó y lo añadimos como homenaje”, expresó Manuel Hernández.
El entrevistado comentó respecto a la mayor inspiración de los Mexicas para salir a la carretera a ‘rodar’, dijo que aquello que motiva a los miembros a permanecer en el club y a mantenerse juntos, más allá de las maquinas, es "el carnalismo”, el salir a viajes juntos lo más lejos posible una tarde cualquiera, el sentir la libertad que te da conducir una motocicleta, la hermandad de voltear a un costado y ver a un compañero compartiendo el camino, “en ese momento sabes que estamos juntos y que a donde sea que vayamos nos estaremos cuidando”.
Al cuestionarle a Manuel sobre las actividades que realiza un moto club además de viajar en motocicleta, respondió amenamente, “emborracharse”, lo cual causo un par de risas en la entrevista, no obstante, agregó que, “en parte muchos clubs hacen algunas obras de caridad, por ejemplo hace poco se organizó una rodada conmemorativa por el cáncer de mama, también nosotros hace poco hicimos una venta de tamales para ayudar a un miembro del club que necesitaba el dinero, incluso hemos apoyado a gente que se ha quedado tirada con su vehículo”.
No solo es andar en motocicleta
Recordó Manuel que, en una ocasión en una posada del año pasado con los miembros del club, mientras se divertían y convivían, en la reunión salió a relucir el tema de realizar una buena acción por motivos navideños, al respecto comenzaron a organizarse, consiguiendo bolos y juguetes, y se lanzaron a la carretera para entregarlos en diferentes ejidos de la Comarca Laguna.
“Eran juguetitos, de esos de los luchadores que no se mueven con todo y ring, y nos dimos a la tarea de ir a repartirlos a los niños, fuimos a ranchitos, rumbo por allá de lo que fue La Goma, llegamos hasta Cuencamé y no regresamos muy noche aquella vez, terminamos en un ranchito que se llamaba el ‘11 de diciembre’ según recuerdo. Pero más que nada el plan era ese, llevar un poquito de alegría a donde se necesitaba y un poco más lejos, ya que esto no solo es andar en moto, es saber que todos vamos en el mismo camino”, finalizó Manuel Hernández.
ARG