Crecimiento de Torreón; entre el desarrollo urbano moderno y las colonias irregulares

Javier Salas es parte de los ponentes del Diplomado en Historia Regional de La Laguna y se encargó de plasmar un panorama histórico del génesis de Torreón.

Javier Salas es parte de los ponentes del Diplomado en Historia Regional se encargó de plasmar un panorama histórico de Torreón. |Cortesía
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuila /

Llegó el tren al rancho de Torreón en 1885 y así empezó todo. Andrés Eppen, dueño de estos terrenos y de la hacienda de Torreón, solicitó mediante la compañía Rapp & Sommer los servicios del ingeniero Federico Wulff en 1887 para diseñar, trazar y rallar las manzanas de lo que sería el Centro Histórico de la ciudad que hoy conocemos.

A la par de la llegada de gente como comerciantes, banqueros, médicos o abogados, surgió un crecimiento más allá de esa zona centro mediante asentamientos irregulares que carecían de servicios básicos. Así se formaron colonias como la Constancia, La Fe, La Compresora, San Joaquín, La Paloma Azul (Colonia Ana).

Javier Ramos Salas, historiador lagunero que ha estudiado los procesos del desarrollo urbano de Torreón, compartió para MILENIO que las primeras colonias populares de Torreón eran habitadas por trabajadores que rentaban el suelo donde ellos mismos fincaban las viviendas de carrizo, cartón industrial, maderas, barro y techos de palma en los techos.

Dedicado al rubro inmobiliario y seguidor de la historia regional, Javier Salas es parte de los ponentes del Diplomado en Historia Regional de La Laguna y se encargó de plasmar un panorama histórico del génesis de Torreón como asentamiento urbano y del desarrollo inmobiliario.

“Lo que ahora es el Centro Histórico de Torreón era llamado por Appen la colonia de La Estación, un plano de 90 manzanas diseñado por Wolff. Empieza la venta de los lotes y manzanas en 1888. Aquello que era ranchería, empieza como villa. En 1895 había cerca de 20 representaciones de bancos, varias casas algodoneras internacionales y fábricas”, explicó.


Crecimiento anárquico


Junto al crecimiento urbano regular del primer cuadro de Torreón ya como ciudad desde 1907, hubo simultáneamente un crecimiento anárquico derivado del aumento poblacional a esta región, en la que trabajadores percibían un salario que no les alcanzaba para una vivienda, por lo que tenían que rentar los pedazos de tierra.

“La modernización que se fue dando en la zona de manzanas regulares no se daba en zonas populares. Fuera de los trazos de Wulff hubo barrios que crecieron de manera irregular y anárquica, pero sin servicios públicos, eran zonas muy precarias”

Aunque desde mediados de los años veinte los habitantes de tales sectores empezaron a exigir un proceso de regularización para otorgar títulos de propiedad por los años que ya tenían rentando piso, su petición les fue concedida con el apoyo del gobierno hasta 1940, luego vendrían las invasiones de terrenos.

Empiezan las invasiones


Ramos Salas reiteró que luego de regularizar las primeras colonias populares del poniente de Torreón, vendría una segunda etapa de un crecimiento irregular con las invasiones de terrenos, impulsadas por grupos populares conformados por líderes de colonias apoyados por el partido hegemónico, en una etapa que se extendió hasta inicios de los años ochenta.

“Ante la necesidad de la gente sin recursos por buscar un techo, encontraban lo que les ofrecían los líderes de colonias, parte de un terreno que invadió, por eso les llamaban paracaidistas, además también cobraban una renta de piso”, expresó, para luego nombrar ejemplos como la Abastos, Francisco Villa, División del Norte o la Luis Echeverría.

Paracaidismo a la baja con Infonavit


Al ser una constante amenaza para los propietarios de los terrenos que empezaban a invadir en todo México, a partir de los años setenta el gobierno empezó a generar oportunidades de adquisición de vivienda a través del Infonavit, el Fovissste o el Fonhapo, aunado al interés del gobierno por estar regulada la propiedad particular.

En los años ochenta disminuye sensiblemente el sistema de invasiones con la llegada de los créditos para adquirir una vivienda. Entre las primeras colonias de créditos a la vivienda están la Jardines California, la Hogares Ferrocarrileros o Jacarandas y Las Alamedas en los ochentas, colonias muy bien trazadas, con andadores, plazas, comercios y escuelas.

Finalmente, Javier Salas explicó que en la actualidad Torreón tiene una tendencia de la vivienda vertical debido al aumento en el precio del suelo y las distancias a los centros sociales, pero también sobresalen entre los desarrolladores los circuitos o fraccionamientos cerrados que empezaron a solicitarse ante la época violenta.

“Actualmente hay dos procesos, el de vivienda vertical y de construcción de cotos habitacionales cerrados, que empezaron en la época de inseguridad. Ahora la gente busca vivir en un fraccionamiento cerrado. Es un modelo que ha proliferado en países como México, que tiene problemas de seguridad”, añadió.

DAED

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