El Cristo de las Noas, el tercero más grande de Latinoamérica

El Cristo es una de las primeras imágenes y emblemas que vienen a la mente al momento de recordar La Laguna

Cristo de las Noas en Torreón. (Mauricio Román)
Torreón, Coahuila. /

Uno de los emblemas de Torreón y de La Laguna es sin lugar a dudas el imponente Cristo en el Cerro de las Noas, que es una de las primeras imágenes que vienen a la mente al momento de recordar la región.

Este Cristo Redentor pesa 580 toneladas y mide 21 metros de altura, con lo que se puede apreciar desde diferentes puntos de la Comarca Lagunera, es el tercero más grande de Latinoamérica, después del Cristo Redentor de Río de Janierio, Brasil, con 38 metros de altura y el Cristo de la Concordia de Cochabamba, Bolivia, de 34 metros.

La figura, obra del escultor Vladimir Alvarado, es el principal atractivo del complejo gastronómico del Cerro de las Noas, que se conecta con el Centro de Torreón mediante el Teleférico.

Para muchos, sus brazos abiertos simbolizan la calurosa forma en la que los laguneos suelen recibir a los visitantes, que siempre están dispuestos a orientar a quien necesite llegar a un lugar, además de siempre mencionar lugares a donde ir a comer.


Primer Cristo 

Jesús Sotomayor, historiador y cronista de la ciudad, mencionó que en 1958 se alzó el primer Cristo, construido sobre una base de concreto y tenía 8 metros de altura, hecha un presbítero jesuita que estaba recubierta de concreto y sus brazos y rostro eran de metal

El nuevo cristo

Para 1973, el padre José Rodríguez Tenorio anuncia la construcción de un nuevo Cristo monumental. A partir de esa fecha, se da a la tarea de conseguir recursos económicos para iniciar esta obra

Fue fundamental el apoyo incondicional de Fernando Romo Gutiérrez, obispo de Torreón en aquella época, por lo que el padre Tenorio, contacta al escultor saltillense Vladimir Alvarado y le presenta las características del proyecto.

Fe esperanza y "Dios los bendiga"; así se publicó en La Opinión

El viernes 7 de abril de 1983, el diario La Opinión cubría el tradicional Viacrucis de Semana Santa, mismo que se lleva a cabo en el Cerro de las Noas. Para la fecha de la publicación se cumplían mil 950 años de la muerte de Jesucristo.

A manera de crónica, se retrató cómo el nuevo Cristo era testigo de la devoción y fe de los laguneros que año con año se dejaba sentir en Semana Santa.

Aquí te dejamos la crónica para que la recuerdes o conozcas cómo fue.

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