Torreón, la cuarta ciudad más cara de México: Observatorio de La Laguna

El aumento en el precio de los alimentos, combinado con uno de los niveles salariales más bajos del país, presentan un negro panorama para los laguneros.

Inflación en Torreón. | Archivo
Luis Carlos Valdés
Torreón, Coahuila /

El aumento de precios de productos de la Canasta Básica ha impactado la economía de los laguneros; de acuerdo a datos del INEGI proporcionados por el Observatorio de La Laguna, la inflación a nivel nacional en agosto fue del 8.7. 

 No obstante, en Torreón el nivel fue mayor al ubicarse en 10.4%; pero además, en el rubro de Alimentos y Bebidas, la inflación impactó el precio de los productos de la Canasta Básica, al ubicarse en 16.7%, por lo que los precios en estos productos se fueron “hasta el cielo”. 

Con el 68.8% de la población trabajadora registrada ante el IMSS con sueldos de dos salarios mínimos o menos al día, la pérdida del poder adquisitivo de la población es menor, lo que se complica mucho más en una zona metropolitana que ocupa el sexto lugar nacional, con los niveles salariales más bajos del país, siendo Torreón la cuarta ciudad del país con mayores niveles de inflación.


Cae poder adquisitivo

En relación a los salarios en la Zona Metropolitana de La Laguna, Luis Alfredo Medina López, coordinador de Investigación del Observatorio Laguna del Consejo Cívico de las Instituciones lamentó que, “seguimos con niveles muy bajos en el pago de salarios a los trabajadores; somos la sexta Zona Metropolitana con salarios más bajos en el país. 

Estamos al mismo nivel de ciudades grandes del Sur de México y al mismo tiempo, somos la cuarta zona metropolitana con la inflación más alta del país y con precios que cada vez se disparan más, es decir, los laguneros estamos perdiendo más nuestro poder adquisitivo de compra con estos salarios”.

Esta situación era de esperarse dijo, considerando que en promedio, el 70% de la población en La Laguna gana 10 mil 400 pesos o menos al mes.

“Hay gente que realiza compras a diario, sobre todo aquella que vive sola y con muy bajos ingresos, pero la familia de cuatro integrantes, procura irse a comprar por semana”. 

 Si una orden de tacos pasó de 70 pesos a 95 pesos en un sólo año. Y si productos como la cebolla, limón, tortilla, carne se han elevado, y sin contar el pago del gas, electricidad y agua (para quienes tengan estos servicios), ¿Qué se hace con este salario en una familia con cuatro integrantes, que dependen de los ingresos de la figura trabajadora?, cuestionó. 

Un trabajador o trabajadora que recibe dos salarios mínimos diarios, al mes llega a recibir 10 mil 400 pesos al mes; es decir que por semana obtiene 2 mil 600 pesos. Esta cantidad la destina para el gasto semanal de la casa, en donde quizás le alcance para comprar la despensa básica con los elementos indispensables para comer los siete días de la semana tres veces al día, que le llegue a costar mil 600 pesos, por lo que le quedan mil pesos para el pago de servicios de transporte, emergencias. 

 Anteriormente la gente podía darse el lujo de tener un dinero ahorrado para emergencias y hoy las familias están destinando todo su salario al pago de servicios, transporte, alimentación, quedando prácticamente nada para poder ahorrar.

Precios por los cielos

Con datos del INEGI, el Observatorio de La Laguna refiere el impacto que ha tenido la inflación en el incremento en los precios de algunos productos de la Canasta Básica. 

En el último año, uno de los productos con mayor incremento en su precio, es la cebolla, que ha tenido un aumento del 158.35%, rondando los cincuenta pesos el kilogramo. 

Mientras que el huevo ha tenido un incremento del 100% en su precio. Y el precio de la tortilla se ha elevado en 17.52%. Por componentes de la inflación, el sector de Alimentos y Bebidas, tuvo el nivel más alto con el 16.7%; mientras que la inflación en la Vivienda fue del 5.4%, lo que indica que los costos de adquisición de una vivienda también han subido. Salud y Cuidado Personal subió al 10.3% y el Transporte subió 7.3%. 

 “Lo que nos preocupa más es la inflación de Alimentos y Bebidas, ya que indica que la Canasta Básica de agosto de 2021 a agosto de 2022 subió ese 16.7%. Por lo que si antes una despensa se compraba en mil pesos, ahora se compra lo mismo pero con mil 600 pesos. Y antes comprabas carne de pollo, ahora se busca el atún o la soya. Si antes se consumían frijoles charros, ahora se buscan las lentejas que están más baratas; ni hablar de la cerveza, licores, refrescos, cigarros también han ido a la alza”, señaló Medina López.

Torreón, ¿ciudad cara?

De acuerdo al experto, la tendencia inflacionaria muestra que La Laguna va en proceso de encarecimiento, debido a los salarios muy bajos y a que los productos están subiendo más su precio, lo que está derivando en que menos gente pueda darse algunos gustos de entretenimiento como pasar una tarde en un estadio de futbol, lo que ya resulta un lujo considerando el gasto para ir al estadio, en donde los boletos más baratos para dos personas, pueden llegar a costar 400 pesos, sólo por entrar a un partido, ni hablar de la cerveza que cuesta 130 pesos. 

Resulta todo un lujo para quien no tiene un mejor nivel salarial. 

“La mayoría de la gente no puede ir ni al centro comercial, irse de vacaciones, ni siquiera destinar dinero para un ahorro, porque requiere de dinero extra que no tiene; menos pensar en comprarse un carro nuevo, ni realizar mantenimiento a la vivienda”.

Tortilla vs pan

La tortilla de maíz tuvo en agosto un impacto inflacionario de 17.52 por ciento. 

De acuerdo a José Guadalupe de la Torre Nava, presidente de la Unión de Industriales de la Masa y la Tortilla, aunque no se vislumbra un incremento en el precio final de la tortilla en los próximos meses, es factible se concrete para finales del presente año; en estos momentos, el precio sugerido está entre 20 y 25 pesos por kilo de tortilla, ya que los costos de los insumos del maíz se han elevado hasta 60 por ciento y con ello también refacciones y otros insumos que a su vez, se han ido encareciendo. 

 Por su parte, Raúl Morell, presidente de la Industria Panificadora en la Comarca Lagunera, señaló que el precio del pan sufrió una modificación en el mes de abril por los cambios en el costo por la guerra en Ucrania, así como la especulación de la escasez del trigo. Se incrementó un 50% el costo de la harina. 

Nosotros incrementamos el precio un 15% en términos generales, como el pan dulce y blanco”.

Resienten alza

Y justamente, ante el incremento en el precio de la tortilla, el pan, así como la carne y verduras, platillos como las hamburguesas y los tacos, en algunos casos han tenido que ir elevando el precio de sus productos de manera paulatina o sacrificando su utilidad. 

 Tal es el caso de Luis Mario Hernández Ávila, joven de 35 años con diez años en la venta de hamburguesas en Tierra y Libertad, en su negocio Los Cuates. 

Entrevistado en las bodegas en el Mercado de Abastos de Torreón mientras surtía de productos comentó que, “ganas muy poco, los precios suben y bajan, hay que aguantar”. 

Explicó que desde principios de 2022 ha tenido que subir tres veces el precio de la hamburguesa, “la sencilla costaba 25 pesos, era la más barata, luego subió a 28 pesos y ahora cuesta 35 pesos. 

“La cebolla blanca está muy cara, el aguacate, el limón, el serrano y jalapeño. Por su parte, José Francisco Guevara, de Don Chancho en el Perol, coincidió en que, “nos han incrementado la carne, verdura, tortilla. Tarde o temprano habrá que reflejar el precio final de los platillos. Buscamos alternativas, antes nos llevaban los insumos a los negocios, ahora buscamos opciones con compras al mayoreo, pero de manera directa, sin intermediarios”. 

Reconoció que, “son mecanismos que hemos estado buscando para que nos salga más barato. Ni qué decir de los supermercados. Además la gente tiene menos para gastar. Prefiere comprar los útiles escolares que irse a cenar o comprar unos tacos”. 

 Para Guillermo Martínez, presidente de Canirac, el alza en el precio de insumos no se ha detenido desde hace más de un año, “tenemos varios, desde un aguacate que el año pasado estaba en 20 pesos, luego este año se fue hasta 120 pesos, un incremento de más de 300%. 

Por último, Guillermo Martínez señaló que, “el impacto ha sido negativo, ha aumentado la oferta de restaurantes, pero no ha crecido el número de clientes que los frecuentan, nos vuelve vulnerables y esto provoca que se nos eleven los costos”.


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