En las calles de Torreón, donde el ajetreo de la vida diaria muchas veces invisibiliza a quienes las recorren, existe un hombre cuya labor va más allá de la limpieza de plazas y banquetas. Pedro Castro González, mejor conocido como 'Don Peter', es un empleado de La Ola, el grupo encargado de mantener limpia la ciudad.
Sin embargo, su jornada no se limita a recoger basura, pues en cada rincón que visita, también deja algo más: su solidaridad con los animalitos de la calle.
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Don Peter ha llevado croquetas a los perros y gatos sin hogar que encuentra en su camino. Entre ellos, una pequeña perrita bautizada como 'Caguamita' se ganó un lugar especial en su corazón.
"Ella era bien padre, hubieras visto. Yo a los animalitos los considero mis amigos. Con ella jugábamos, bailábamos, le contaba mis cosas", recuerda con nostalgia.
'Caguamita' se convirtió en su fiel compañera en la plaza de la cerrada San Matías, en la colonia Fuentes del Sur.
El destino de 'Caguamita' no siempre fue amable
"A ella la fueron a tirar ahí a la placita, así fue como la conocí", cuenta Don Peter. En un estado lamentable, la perrita encontró ayuda en una vecina que la cuidó y la devolvió a la vida. Con el tiempo, se convirtió en parte del vecindario, siendo querida por todos. Su carácter afable y su amor por los humanos hicieron que nadie la viera como una amenaza, sino como un alma noble en busca de afecto.
La historia de 'Caguamita' tuvo un final trágico
Un día, la noticia golpeó el corazón de Don Peter. "Me enteré por medio de una persona que fue a la plaza, ahí nos dio la lamentable noticia, que la había visto agonizando en una escuela. La verdad, yo le lloré. Es que era una muy bonita perrita, no tenía por qué irse así". Su muerte no fue natural, fue el resultado de un acto de crueldad: alguien la envenenó.
La partida de 'Caguamita' no solo deja un vacío en Don Peter, sino en toda una comunidad que la conocía. Su historia es reflejo de una problemática mayor: el maltrato y abandono de los animales en las calles de Torreón.
"Sean solidarios con los animalitos, ellos no tienen a nadie, andan solos ahí en las calles arreglándoselas para ver cómo pueden pasar un día más", implora Don Peter.
Sus palabras resuenan con un mensaje claro: el respeto y el amor hacia los animales son un reflejo de la humanidad de una sociedad.
La historia de Don Peter y 'Caguamita' es una de muchas que suceden en silencio, en las plazas, en las esquinas, en los rincones olvidados de la ciudad. Pero también es un llamado a la empatía, a la acción y a la reflexión. Porque en un mundo donde muchos ignoran, aún existen personas como Don Peter, quienes ven en cada ser vivo una razón para cuidar, proteger y amar.
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