Para muchas familias laguneras, una de las mejores cosas que trae consigo la Navidad es decorar el hogar donde habitan con luces espectaculares y una serie de hermosos adornos, ya que la consideran la mejor época del año porque además les inyecta sentimientos de unión, amor, compartir y sobre todo, esa paz interior que tanto necesitan.
Tal es el caso de María Luisa Lugo Reyes, quien desde niña se considera una fiel apasionada de las fiestas decembrinas, por lo que desde hace 12 años se inspira totalmente para convertir su casa en toda una villa navideña, y agradece totalmente el apoyo de su familia que está conformada por su esposo Jorge Antonio de la Rosa Torres, sus tres hijas, Andrea, Susana y Guadalupe, su yernos y sus dos nietos Matías y Jorge.
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Desde que entras a Residencial Quintas Lerdo, en Lerdo, Durango, y justo llegas a la calle Pensadores número 39, ubicas perfecto cual es el hogar que habita la familia De la Rosa Lugo, a simple vista se pueden apreciar los atractivos adornos desde la cochera de la vivienda hasta el interior de ella, donde se observan adornos mágicos, que te hacen sentir en un ambiente totalmente navideño, al escuchar algunos musicales, ver luces por doquier, el nacimiento en la sala, música ambiental navideña, y al voltear a las escaleras te da una sensación como si fuera a bajar Sarta Claus.
María Luisa, quien es secretaria de una escuela secundaria pública y además ama de casa, amablemente abrió las puertas de su hogar a MILENIO, para compartir su experiencia en estas fiestas decembrinas que desde niña ha disfrutado junto con sus padres y hermanos, y ahora inculca su pasión por esta tradición a sus hijas y nietos.
"Esta pasión la tengo desde que era niña, para mí la Navidad es especial, lo máximo en el año, desde niña el saber que tenía a toda mi familia, que a pesar de dificultades económicas porque somos una familia de 15 hermanos, yo era de las más chicas y siempre recibía regalos de cada uno de mis hermanos, teníamos cena navideña todos en familia, muy bonito, mucha unión".
Recordó que una de sus hermanas cuando eran niña, compraba la revista Kena, ya que en aquellos entonces no se contaba con las redes sociales, y le encantaba apreciar las fotografías y los adornos de Navidad que se publicaban ahí.
"Un buen día dije, algún día voy a adornar así mi casa, como mi casa es pequeña, como una villa de Navidad, yo tenía esa ilusión y así como vi esa casa toda adornada por dentro, dije así tal cual lo haré, y así fue, lo tengo bien presente, logré adornar la mía como esa casita que yo veía desde niña, y hasta ahora lo hago desde hace 12 años, lo que tengo en esta casa, cumplí mi sueño", expresó.
Son alrededor de mil adornos los que María Luisa año con año desenvuelve para lograr su objetivo, hay de todos los tamaños, y aunque lucen como si se hubiera gastado una fortuna, para nada, asegura que son productos en los que no invierte tanto dinero.
"Somos de recursos módicos, somos familia humilde y la mayoría de las cosas me preguntan si me costaron mucho y no, mis hijas y mi marido me han regalado muchos adornos, o adquiero otros en tianguis o venta de cocheras, compro todo barato, caro nada, yo no soy de ir a tiendas, ni almacenes caros, mis hijas me traen algunas cosas, en mayo veo otros adornos y los compro, pero todo en oferta", agregó.
Como para María Luisa, Navidad es la época que más disfruta, y quiere disfrutarla el más tiempo posible, comienza a adornar su casa los últimos días de octubre y desmonta todo lo navideño una vez que pasa el día de la Candelaria.
Asegura Lugo Reyes que su villa navideña casi no es visitada por nadie, solamente la disfrutan en familia, "y me dicen mis hijas, para que arreglas tanto si nadie te visita, sólo cuando vienen ellas y mis nietos, pero la verdad, a mi me gusta verla, disfrutarla, me tomo un café y me transmite una paz personal, me encanta ver así mi casa porque me trae mucha felicidad y es lo que yo quiero transmitirle a mis hijas y nietos, no es el dinero, aquí no tengo pinos de Navidad grandes, porque cuestan muchísimo, pero compro miniaturas y me emociona, y eso es lo que transmito, de cómo una cosa pequeñita nos puede dar felicidad igual que un árbol gigantesco".
Así como hay muchas personas que como María Luisa, adoran la Navidad y anhelan en todo el año que por fin llegue la época, también existen muchas otras que su espíritu navideño está totalmente apagado, no cuentan con esa ilusión de poner el mínimo adorno en su hogar y con la escasa fe y esperanza de que Jesús vuelva a nacer en sus corazones, para esa gente, María Luisa brindó un mensaje.
"Necesitamos mantener vivo ese espíritu navideño, les recomiendo que lo hagan con algo pequeñito, ya que lo que simboliza para mí la Navidad es unión, es dar, porque a lo mejor durante todo el año batallamos todo mundo, pero en la vida hay un poquito extra, y a mí en lo particular no me pesa dar porque es mi única oportunidad que tengo de compartir lo que tengo, cualquier detallito, o simplemente estar sentados juntos o saber que viene esa fecha y nos vamos a reunir, yo vengo de una familia de 15 hermanos muy unida, durante todo el año, no sólo en Navidad, todos los fines de semana, todos los días, pero en Navidad la convivencia se vuelve algo muy especial, a pesar de que ya no están mis papás, tres hermanos que ya se nos adelantaron, o sea, no es necesario que estén físicamente porque hay muchísimas cosas en el día que nos los mantienen presentes, los momentos, una plática, todo eso nos une más, en lugar de entristecernos, nos une más", declaró.
Para finalizar, María Luisa aseguró que con esta tradición continuará toda su vida porque le hace sentir bien, alegre, feliz y en paz, "a los mejor antes no puede tenerlo y ahora que lo he formado, poco a poco lo disfruto, el día que yo ya no esté me gustaría que siguieran por lo que simboliza, uno de mis nietos en especial él sí se ve interesado en ayudarme a acomodar, esta es su casita, siempre va estar aquí para ellos y me gustaría que continuaran la tradición", concluyó.
ARG