El consumo de las anfetaminas, conocido como cristal, es una de las drogas que en los últimos años ha ido en aumento de manera considerable, no sólo en la región Lagunera, sino a nivel nacional.
Rafael Mora Garza, director del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Torreón, señala que hace tres años se tenía un registro del 2 por ciento de los pacientes quienes referían el consumo de cristal, sin embargo al cierre de 2019 ya era del 50 por ciento y en estos dos últimos años es de casi el 70 por ciento.
Consideró que el consumo del cristal, es un problema serio al que no se le ha dado la importancia debida, pues es una droga sumamente dañina adictiva que trastoca y trastorna la vida no solo de quien la usa, sino de las personas que están a su alrededor.
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“Estamos teniendo familias con mucho sufrimiento, con mucho dolor, por lo que están pasando y desafortunadamente lo que se está presentando”.
Debido a que este tipo de droga es estimulante y afecta al sistema nervioso central, en muy corto tiempo los usuarios se trastornan, lo que hace que se violenten y no puedan controlar su comportamiento.
“Lo que nos estamos encontrando, es que la familia ante su desesperación busca dónde tenerlo, que no pueda salir y no tenga acceso a la sustancia”.
De dos a tres meses comienzan las consecuencias físicas
El consumo de esta sustancia ilícita es evidente en comparación a otras sustancias que pueden pasar meses o años y no mostrar cambios tan evidentes como el cristal que después de los tres meses empieza a mostrar señales importantes en el organismo.
Es por eso, dijo, que se les pide a los padres estar muy atentos de sus hijos, debido a que uno de los cambios más evidentes es el físico y el comportamiento.
Depresión o ansiedad, factores en consumo de drogas
Expuso que durante la pandemia por covid-19 ha habido un incremento en el consumo de drogas a nivel mundial, pues existen factores que hacen que la gente tenga un mayor riesgo de utilizar algún narcótico, sobre todo si presentan depresión o ansiedad.
“La pandemia ha motivado que haya más gente que está presentando trastornos de ansiedad, trastornos de depresión, trastornos del sueño y eso por lógica pone en mayor riesgo a la población para llegar a consumir alguna droga”.
Las instituciones de Salud y las instancias de gobierno de los tres niveles, tienen un gran reto para atender esta problemática que va en aumento.
Una de las situaciones a las que se ha enfrentado el Centro de Integración Juvenil durante esta pandemia para poder detectar a los niños y jóvenes con alguna adicción, es el cierre de las instituciones educativas, lo que generó que el porcentaje disminuyera, pues son los maestros quienes con mayor frecuencia refieren a los menores.
Se detectan más casos en las escuelas
Es en las escuelas en donde se detecta a los niños y jóvenes con algún problema, por lo que ahora durante el tiempo en el que las clases se otorgaron en línea, fue difícil conocer de cerca las problemáticas de sus alumnos.
“Los maestros son los que más jóvenes refieren al centro y como no han tenido la oportunidad de ver a sus alumnos, de checar cómo están, si los alumnos le dicen al maestro ando mal o el maestro se da cuenta que el alumno anda mal, buscan el apoyo y los mandan con nosotros”.
Ahora que se han retomado las clases de manera semi-presencial, se han reactivado también las actividades del Centro de integración Juvenil, por lo que no descartó que se puedan detectar más casos.
aarp