Juguetes prehispánicos que afirman 'enferman' a quien los toca; están ubicados en Torreón

Miles de años han pasado, presuntamente pertenecieron a los Mexicas, y están aquí, en la ciudad de Torreón.

Juguetes prehispánicos que según 'enferman' a quien los toca; están ubicados en Torreón. | Especial
Antonio Ramírez
Torreón, Coahuila /

Miles de años han pasado, y están aquí, en la ciudad de Torreón, Coahuila, durante la mayor parte de su tiempo no estuvieron exhibidos, sino enterrados, se trata de una figuras que datan de la prehistoria, presuntamente juguetes de los Mexicas, y actualmente hay testimonios de personas que al tener las misteriosas figuras en sus manos, experimentan sensaciones en cuerpo fuera de lo común.

El cómo, cuándo y dónde, es lo insólito de esta historia, pues el propietario de estas piezas, quien decidió mantener su nombre anónimo por cuestiones personales, comentó que hace 38 años, cuando residía en Ciudad de México, precisamente en Cuautitlán Izcalli, debido a mantenimientos que le realizaban en su domicilio, los albañiles que contrataron conforme iban realizando excavaciones encontraron las misteriosas esculturas.

"Hace 38 años, yo vivía en México, y mi pareja mandó a hacer una cisterna en la cochera, yo vivía en Cuautitlán Izcalli, y los albañiles conforme me iban sacando tierra pues iban encontrando este tipo de objetos y me los dieron", agregó el entrevistado.

Los trabajadores le comentaron al entrevistado que dichos objetos era común encontrarlos en esa zona, al grado de no sorprenderles e incluso no verlo como un hallazgo, sino parte de su cotidianidad en su labor. Le explicaron que son juguetes prehistóricos, los cuales eran enterrados con su primer propietario.

"Yo me sorprendí mucho por que dije '¿Y esto qué es?', y me dijo el albañil que esa zona antes era un panteón, y los indios enterraban a sus muertos con sus juguetes, por eso son de este tamaño, tan pequeños, me dijo que los resguardara por qué toda la zona está llena de este tipo de objetos y para él era algo muy normal", comentó el propietario de las piezas.

Tradiciones de nuestros antepasados 

Los pueblos prehispánicos solían tener este tipo de costumbres, ya que para los Mexicas, nuestros antepasados, no creían en la muerte como un final, sino como el inicio de un viaje donde el destino era encontrarse con Mictlantecuhtli.

Durante la travesía, el viajero, puede ir acompañado de un xoloitzcuintle, siempre y cuando en vida hayas mostrado aprecio a los caninos. El viajero pasa por diferentes pruebas hasta llegar al Mictlán, la tierra de los muertos, donde podrá descansar en paz. 

Por tanto, se tenia la creencia de que la muerte al no ser un final, habia que enterrar a sus fallecidos con sus pertenencias. 

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Sensaciones que producen al tocar los juguetes prehistóricos

Las piezas son rígidas como una roca, sin embargo el material original presuntamente es el barro, no obstante son las esculturas que están plasmadas en estas piezas las que llaman la atención y causan diferentes sensaciones en las personas, algunos les inquietan de sobremanera y a otros les maravillan, dividiendo las opiniones en si son figuras con vibraciones positivas o con una connotación siniestra.

"Una vez invite a una amiguita y se las enseñe, para esto en el mes de septiembre yo pongo mi casa toda mexicana y puse las figuras ahí de centro de mesa, y le dije a mi amiga 'mira esto', y los toco y sintió algo muy raro, se le pararon los pelos de punta, lloro, me dice 'quítamelos, quítamelos, estoy sintiendo algo muy raro' y se puso mal la señora, y pues yo dije '¿Qué será?' A lo mejor ella trae problemas y aquí los está sacando, pero ella no fingió nada, su estado de ánimo como cambio al tocarlos", señaló el propietario de las piezas.

Al parecer, más allá de producir sensaciones visuales, las figuras también causan percepciones sensoriales en las personas, presuntamente palpándolas, teniéndolas entre las manos, estas evocan sentimientos y sensaciones, algunas personas sienten calidez y paz en las piezas, y otras terminan pidiendo las retiren de su vista.

"Paso el tiempo, luego invite a otra amiguita, e igual ahí las tenía en la mesa, y me dice, 'qué cosa tan bonita, son prehispánicos', los agarró, los olió, y me dijo que sentía muy bien al tocarlos, y le comente lo de la otra amiguita que se sintió mal, y me dijo que ella al contrario, se sintió muy bien al tenerlos en sus manos. Entonces, no sé, fíjate, no sé qué tenga que ver lo que sientan las personas al tocarlos", refirió el entrevistado.

Experiencia de un colega de oficio

Un compañero, Jorge Maldonado, que labora en esta misma casa editorial, también fue víctima de estas piezas, mientras en una ocasión realizaba un reportaje de otro tema, llegó al domicilio del propietario, donde se le fueron mostradas, y antes de que pudiera ser advertido, las tocó.

"Después de hacerle una entrevista por que tiene todo un museo de objetos antiguos, es amante de las antigüedades, y entre ellas, saco esas piezas de un cajón y yo sin dudarlo pues las tome, las empecé a observar, y estaban muy curiosas, eran rostros muy diferentes a lo común y al momento de tenerlas en mis manos empecé a sentir un tipo de energía que se transmitía, que el cuerpo la detectaba, y yo seguí platicando con el dueño y en eso me comenta, que personas que han tocado las piezas se han sentido mal, y yo en ese momento fue donde me cayó el veinte de que algo tenían, que yo sin decirle nada a la señora de lo que yo estaba sintiendo, estas piedras tenían una sensación energética, tipo escalofríos".

El propietario además agregó que desea que estas piezas en algún momento sean exhibidas en algún museo, por que tienen esa relevancia histórica para nuestra nación, así que está abierto a la posibilidad de donarlas.

ARG

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