Miles de torreonenses se dieron cita a la parroquia de San Judas Tadeo para agradecer al patrono de las causas difíciles y desesperadas por algún favor o petición cumplida, además de perpetuar una de las tradiciones religiosas más relevantes de la Comarca Lagunera.
En esta ocasión los protocolos de sana distancia fueron un protagonista importante en la celebración, debido a que en cada una de las misas hubo una asistencia del 70 por ciento en la capacidad del templo, además de caravanas de vehículos al exterior donde la gente con alguna comorbilidad podría recibir una bendición frente a una figura del santo y dejar una ofrenda que será entregada a grupos vulnerables.
Hay que mencionar que antes de iniciar cada una de las misas desde las 06:00 de la mañana y hasta las 19:30 horas hubo una higienización de los espacios.
En ese sentido, una de las ceremonias más concurridas fue la del obispo de Torreón, Luis Martín Barraza Beltrán, porque incluso hubo personas que permanecieron afuera ante el cupo permitido al interior de la parroquia.
“Gracias a Dios que este año lo pudimos celebrar de forma más abierta dado que en 2020 fue más limitado y hemos visto caravanas, procesiones y peregrinaciones en pequeños grupos”, destacó el líder religioso.
Barraza Beltrán refirió que la demostración de fe del patrono de las causas difíciles y desesperadas refleja un espíritu de servicio que debe perpetuarse en la fe católica.
“Sabemos lo mucho que está metida en nuestra gente la devoción a San Judas y yo insisto que es un modelo de discípulo de Jesucristo donde podemos encontrar todo lo que Jesús pide. El sentido de gratitud y que debemos ser hombres humildes y serviciales”.
Resaltó que este año hubo un particular entusiasmo en las eucaristías y ofrendas que fueron a dejar las personas al templo ubicado en la colonia Las Torres.
“Se ve que la gente estaba un poco reprimida y tenía grandes deseos de hacer estas muestras de fe, pero siempre insistimos durante la pandemia que hubiera oraciones desde casa y siguieran las transmisiones. Qué bueno que la gente mantiene la necesidad del encuentro, la peregrinación y la ofrenda”.
Confío en que luego de esta demostración de fe y respeto a las medidas sanitarias se puedan realizar sin problema las peregrinaciones guadalupanas que está previsto comenzar a finales de noviembre.
“Ya hay la luz verde para que se hagan las peregrinaciones siguiendo todos los protocolos establecidos por el Subcomité de Salud. Hablamos de grupos o tandas reducidas para evitar aglomeraciones y se mantiene el mismo trayecto desde la Alameda Zaragoza hasta la Iglesia de Guadalupe”.
Agradecen a San Judas por la salud
Manuel Cabrera Anguiano e Hilaria Candela fueron algunos de los torreonenses que acudieron a dar las gracias a San Judas Tadeo porque tuvieron una recuperación en su salud hace tres años que presentaron complicaciones físicas o diabetes.
“Tenemos mucho que agradecer, desde mi rodilla hasta que mi esposa se puso enferma de la diabetes y hasta le amputaron un dedo con riesgo del pie, pero por fortuna todo salió bien”, dijo Cabrera.
Indicó que tras acudir a la misa de las 11:00 horas procederían con llegar a su casa en la colonia Lázaro Cárdenas para ofrecer reliquia entre los vecinos.
“Ahorita llegamos a la casa y repartimos lo mucho o poquito que tenemos como ofrenda”.
Su esposa, Hilaria Candela destacó en su asistencia a la parroquia porque acudió vestida con las prendas de color verde y blanco que caracterizan al patrono de las causas difíciles y desesperadas.
“Es muy milagroso y ahorita le pido por un hijo que está preso y otro metido en las drogas. Yo sé que los va sacar y saldremos adelante”.
Ambos permanecieron a las afueras del templo durante la misa que ofició el obispo Luis Martín Barraza Beltrán, pero poco después ingresaron para agradecer frente al altar de San Judas Tadeo los favores concedidos en la mejora de su salud.
“Esperamos que la situación de la pandemia siga mejorando para no dejar de venir”, añadió Manuel Cabrera.
EGO