“Levantar muertos”, es la frase que se utiliza en el medio restaurantero para indicar que hay que limpiar la basura dejada por los comensales en su mesa. En otros términos, ¿quién recogerá la basura que se dejó tirada en calles, banquetas y baldíos aledaños a los panteones en Torreón, tras la celebración del Día de Muertos y que congregó a miles en el campo santo?
Mayela Macías tiene más de diez años viviendo en un fraccionamiento cercano al Panteón Jardines del Parque, junto al Campo Militar, y aunque debería estar acostumbrada, cada año ella, su familia, sus vecinos, tienen que lidiar con montones de basura que se queda acumulada luego que el Municipio de Torreón, permitiera que al exterior de este panteón se apostaran decenas de puestos ambulantes o semifijos para la venta de flores y fritangas durante semana del Día de Muertos.
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“Este año estuvo peor, ya que no se puso el contenedor de basura que en otras administraciones se colocaba para que la gente ponga ahí su basura. Hoy no pusieron nada y hay bolsas de basura tiradas en la calle, banquetas. Este año dejaron más basura que otros años, hubo más gente que otros años”, lamentó.
Recordó que en otros años se ha puesto ese contenedor de basura, aunque la mayoría de la gente no deposita ahí los desechos, pero por lo menos se colocaba para quienes sí eran conscientes de no dejarla tirada. Enfatizó que cada año es la misma historia, no sólo de esta temporada, sino de otras como el Día de la Madre, en donde de igual manera, la afluencia es importante, y la presencia de vendedores ambulantes se repite.
“Dejamos de pagar el servicio de basura porque no nos atienden”
José Ángel Rosales y su papá, tienen un negocio de flores y una vulcanizadora justo frente del Panteón Jardines del Parque.
“Cada año es lo mismo, el Día de la Madre, el Día del Padre, es lo mismo. Ahí donde ve el montón de pedazos de caña de azúcar, abajo hay basura acumulada del año pasado. Nosotros hemos tenido que estar limpiando, aunque sabemos que le corresponde al Municipio, ya que ellos fueron quienes les otorgaron los permisos a los puestos”, expusieron.
Reconocen que luego de varios días, el panteón limpia su acera, ya que los familiares de los difuntos ahí depositados se quejan de la basura con ellos, y se ven obligados a limpiar. “El cempasúchil que dejaron tirados, al menos se lo comen las chivas”, refirió José Ángel.
Su papá entró en la entrevista y dijo: “Aquí hay basura desde hace tres años, mi esposa me hacía que barriera todo, es mucho. Lo que ve limpio es porque lo que yo barro. El camión de la basura si pasa, pero no recoge la basura, nos dicen que no hay ruta, pues dejamos de pagarlo porque no nos dan servicio”, lamentó.
Y mientras tanto, y se decide a quien le corresponde llevarse los kilos o quizás toneladas de basura que hay al exterior del panteón ubicado en el bulevar Torreón-Matamoros y calzada Gilberto Rodríguez Carlos, los vecinos tienen que lidiar como cada año, no sólo con una calle que destaca por sus grandes baches y su mala pavimentación, sino con los desechos que hay en la banqueta e incluso en el terreno baldío ubicado en esa zona, que sirve de basurero, ya que es aprovechado para dejar otros desechos como escombro, llantas viejas, hasta muebles.
aarp