En el marco de una tenencia responsable y considerando la participación que puede tener la ciudadanía, la Dirección de Salud Municipal verificará el trabajo de los paseadores de perros en Torreón con el objetivo de que los empresarios coadyuven al registro de mascotas que realiza el ayuntamiento de Torreón, pero además para que sus negocios cuenten con una licencia mercantil que dé certeza en los servicios que prestan.
Esto luego de que se reportó a la Dirección de Salud Municipal que un paseador menor de edad fue atacado por un gran danés. El perro le mordió los genitales sin que su empleador o el dueño del animal quisieran inicialmente hacerse cargo del hecho, indicó el doctor Luis Manuel Acuña Cepeda.
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La contradicción social genera un forzoso debate público, pues mientras los dueños de mascotas pueden pagar grandes cantidades de dinero al comprar ropa y accesorios que humanizan al animal, son incapaces de pensar en que un perro en calle como el que se refiere en el ataque, debe portar un bozal.
El doctor Acuña Cepeda explicó que fue la madre del menor que pasea a las mascotas, quien lo buscó para exponerle la situación, luego de que el dueño del negocio no quisiera asumir la responsabilidad como patrón.
“Por ejemplo, hay un The Walking Dog, tienen un espectacular por la calle Abastos. Éste ya se está exhibiendo como un negocio, por tanto debe tener una licencia mercantil, por tanto debe de estar con responsabilidad ante el municipio con relación a la actividad.
“Pero el dueño del negocio no tiene licencia mercantil... la semana pasada una señora se quejó conmigo porque su hijo es un paseador dentro de los cincuenta y tantos paseadores que él tiene; cobra 300 pesos por hora y les paga una cantidad determinada, creo que 50 pesos. El asunto es que tiene una responsabilidad para con los que tiene para pasear a los perros, cosa que no es así porque al muchachito le dieron a pasear un Gran Danés por Galerías y le mordió los testículos y el pene porque el animal se vuelve agresivo”.
Este caso exhibe de acuerdo al entrevistado, el hecho de que se intenta evadir las responsabilidades legales aún y cuando funcionan sin licencia mercantil. Es por ello que la autoridad municipal perseguirá el objetivo de regular esta actividad.
“El dueño del negocio pone en riesgo a la mascota pero el propietario del perro no deja tampoco de tener la responsabilidad sobre su mascota. Cuando ocurre un problema como este empiezan con un ‘Háganle como quieran porque yo soy Juan Camaney’ en ambas partes. Entonces, debe haber una autoridad que ayude a regular la situación”.
El director de Salud Municipal dijo que para integrar el padrón que creará el Registro Público Municipal de Sanidad Animal (Repumsa) deberán participar médicos veterinarios cuando reciban a pacientes en sus consultorios, pero además empresas dedicadas al cuidado de las mascotas y asociaciones civiles.
“En este tema todo me mueve porque le decía a la señora que esto es un parteaguas como problema y lo tomo como propio porque antes que nada se debe pensar que si le hubiera arrancado o destruido los genitales, en qué bronca dejan al niño y lo peor del caso es que el problema en qué se traduce, en que debería haber una indemnización o ver cómo lo resuelves y cuánto cuesta la atención médica.
“No es nada más soltar a 50 paseadores y no tener el compromiso de instruirlos, en el capacitarlos para manejar a los animales. Parece fácil la tarea pero quien recibe el perro debe analizar al animal para ver si es factible de ser paseado, ver si no es un perro que reaccione de manera neurótica o que ya tiene antecedentes de ser agresivo”.
EGO