Las tradicionales fiestas navideñas donde integrantes de la familia se reúnen para pasar un rato de diversión, en las que se demuestra cariño, amor, comprensión, los rencores se desvanecen, ya se esperan para que se presenten a la brevedad así como disfrutar de ricos alimentos que se preparan para el festejo. Caso contrario para aquellas personas que viven en situación de calle, los que en ocasiones ni siquiera tienen algo para comer, mucho menos un lugar para pasar la noche.
Son muchos los indigentes que se ven deambular en diferentes sectores de la ciudad, lo que ya se hizo costumbre para los ciudadanos quienes poco o nada piensan en como logran sobrevivir al paso de los años.
- Te recomendamos Albergues en Torreón refugian a 26 personas ante bajas temperaturas Estados
Sin ropa, calzado, sin aseo personal, retirados de la gente que los ven con indiferencia, desprecio, que les niegan una moneda, o desconocen que tienen alguna enfermedad mental, o son presa del alcoholismo y drogadicción, se les observa en su caminar pernoctar en fincas deshabitadas, plazas públicas, bajo puentes vehiculares, algunos de los que lamentablemente mueren en el olvido y sin que nadie los reclame para brindarles cristiana sepultura.
Detrás de cada persona que vive en situación de calle hay una historia que todos desconocen, donde resalta el abandono por familiares, que se han quedado solos en este mundo, que por su condición física se les niega el mínimo empleo para subsistir.
La triste historia de la persona que se le ve recoger latas de aluminio, botellas de plástico o artículos reciclables, por calles de la colonia La Moderna de la ciudad de Torreón, Coahuila, según argumenta con palabras que apenas se entienden, y quien trata de ocultar con la mano la falta de higiene en su rostro; es la pérdida de memoria ya que no recuerda su nombre completo, ni si tiene familia y si alguna vez tuvo un hogar, solo sabe que le dicen "Crispín".
"Todos los días me levanto del lugar donde me agarró la noche para dormir, no se por donde ando, y lo que sé que tengo que recoger botellas para venderlas y así comprar algo de comer".
Cuestionado sobre su familia mencionó que desde pequeño vive en la calle, sin que recuerde a sus padres, o si tiene algún hermano, por lo que presume que perdió la memoria ya que nada pasa por su mente y se limita a pasar el día.
No tengo familia
Para José Luis, como dice llamarse la situación es similar ya que es otra persona que para sobrevivir también recolecta botellas de plástico a quien se le observa en los alrededores de la Plaza de Armas del sector centro de Torreón, Coahuila.
Portando una vestimenta sucia, y con su desalineada barba que le cubre la mayor parte del rostro, estira la bolsa de plástico del contenedor de basura y revisa cada recipiente de basura para sacar el producto que puede comercializar en establecimientos que compran los reciclables y así comprar algo para comer.
"No puedo trabajar por mi condición física es por ello que busco en la calle lo que pueda vender, me quedé solo en este mundo desde hace años según recuerdo y ésta es la manera de sobrevivir"
"Antes pasaba las noches a un lado del contenedor de basura que se encuentra por la colonia Ferrocarrilera pero ya no me dejaron y hoy duermo en una finca en calle Coahuila y Durango de la colonia Ana.
Personas como Crispín y José Luis se observan por todos lados donde sin duda cuando más sufren es durante el invierno donde las bajas temperaturas causan sus estragos, por no tener un lugar para vivir y así resguardarse.
Durante éste período personal del departamento de Protección Civil de las diferentes localidades, acondicionan albergues donde el objetivo es que cuenten con un lugar para pasar la noche, donde se les brinda cobijo, alimento caliente y revisión médica.
Pese a que se les busca y exhortan a la ciudadanía a que solicite apoye de ver algún indigente, muchos de ellos se niegan al traslado a estos albergues, por lo que solo les dan un cobertor para que aminore en algo el frío.
arg
El negarse al traslado a un lugar seguro cuando menos en ésta temporada, ha provocado que algunos indigentes mueran por enfermedades de las vías respiratorias, los que más tarde son localizados en plena vía pública o fincas a punto de derrumbarse.
arg