Con la presencia del doctor Claudio Alberto Escobedo Hernández, el maestro Jesús Gerardo Hurtado Mezquitic y el doctor José Luis Anzures García, el Movimiento de Regeneración Nacional en Torreón realizó el primer Foro de Defensa de la Nueva Escuela Mexicana y sus libros de textos, manteniendo un diálogo con las maestras y maestros de la región Laguna.
A decir de los docentes y ponentes congregados, los libros son perfectibles pero no atentan contra la libertad ni la educación de los menores y sus familias, y no pretenden propagar una visión comunista pero en cambio, sí auspiciar una visión comunitaria que permita el desarrollo de las personas más empobrecidas en el país.
Así este sábado inició la defensa por la edición de los libros de texto en Torreón, donde el gobernador Miguel Ángel Riquelme externó su oposición y anunció acciones para impedir su distribución en Coahuila. Es por ello que este foro se replicará en Saltillo, Monclova y la región norte de la entidad.
Fue el doctor Claudio Alberto Escobedo quien citó a Michel Foucault para establecer que la información es poder y en el tema, dijo, se deben establecer juicios de valor después de pasar por el filtro de información para tomar las mejores decisiones. En ese sentido, refirió que en el año 2019 en México la estadística arrojaba el dato de que 28 millones de personas se encontraban en rezago educativo, cifra que aumentó a 30 millones después del confinamiento por la pandemia por Covid-19.
El mantener a la población con elementos intelectuales mínimos, la condena a tener una vida de pobreza y marginación, en la mayoría de los casos. Asimismo refirió que a escala global México representa la economía número 14, pero en cuestiones de rezago ocupa el lugar 68.
“Lo que yo les quiero preguntar, porque hay una narrativa en los medios de comunicación y en las redes, que acusan a este gobierno de destructor del país. Y yo les preguntaría, ¿se puede destruir lo que ya está destruido? Es una terrible realidad educativa la que tenemos”.
En ese sentido dijo que la deserción escolar se refleja con ferocidad pues de cada 100 niñas y niños que ingresan a primero de primaria, solamente 24 terminan una carrera profesional y más del 70 por ciento se quedan en el camino. Es así que México tiene los peores promedios en cuanto al acceso a la educación superior, sin considerar el aprovechamiento académico.
“En la última evaluación de PISA maestras y maestros, México ocupó el penúltimo lugar, sólo delante de Colombia, de los 37 países que pertenecen a la ODEC, México ocupó el lugar 36 y, en lectura, matemáticas y ciencias estamos por debajo del promedio de los países participantes. Vuelvo a hacer la pregunta: ¿Se puede destruir lo que ya está destruido? Tenemos una realidad educativa deteriorada, con muchos problemas, con muchas dificultades, por eso hace falta un cambio”.
La Nueva Escuela Mexicana
Claudio Alberto Escobedo dijo que, “no se debe continuar con un enfoque de educación bancaria porque no se trata de llenar, como vasijas, las memorias de los alumnos”, es por ello que no se continuará promoviendo la educación enciclopédica con disciplinas aisladas porque en la realidad, todas están interconectadas.
“Tenemos que empezar a dar el gran salto, tenemos que empezar a trabajar de manera interdisciplinaria. Ese gran salto nos dice que debemos comenzar con el trabajo comunitario, más no comunista, trabajo comunitario. Los países que tienen mayor éxito en el rubro son los países que desarrollan proyectos de aprendizaje”.
En ese sentido se aseveró que la Nueva Escuela Mexicana propone un esquema global del aprendizaje con todas las disciplinas, con aprendizaje situado, es decir, contextualizado en las necesidades y problemas que tienen los alumnos en su vida cotidiana. Este modelo propone un esquema de enseñanza comunitaria donde participan alumnos, maestros, madres y padres de familia.
Todo ello para evitar la mecanización de la información, para estar en condiciones de superar las transcripciones textuales de textos, la respuesta de cuestionarios y las series numéricas con su repetición constante de cifras, que no ayudan a pensar.
“Tenemos que buscar que nuestros alumnos opinen, propongan, experimenten, comparten y confronten ideas, y muchas cosas más. Tenemos que dar el salto del trabajo tradicional al trabajo de mayor libertad de pensamiento”.
¿Y las matemáticas?
Finalmente, el doctor dijo que no se eliminaron las matemáticas de los contenidos programáticos ni de los libros de texto. Además en cuanto a errores de ortografía o gramaticales, dijo que las ediciones son perfectibles, lo que no justifica su prohibición o la idea irracional de quemarlos o romperlos.
En cuanto a la educación sexual, dijo que a los niños se les debe hablar con claridad para evitar delitos como el feminicidio o que adultos continúen abusando o violentando a las niñas y los niños, porque la invisibilidad de la violencia genera una mayor violencia.
EGO