Realizan ‘Lavatorio de Pies de Jesús’ en la Catedral de Nuestra Señora del Carmen de Torreón

Con esta ceremonia especial arrancaron las celebraciones de Semana Santa, oficiada por el obispo de la ciudad, Luis Martín Barraza Beltrán.

La representación fue realizada por doce niños y jóvenes de catecismo y sus padres. (Mauricio Román)
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuila /

El aroma a copal e incienso recibieron a los feligreses católicos para realizar la representación del ‘Lavatorio de Pies de Jesús’ a los doce apóstoles en Jueves Santo, en la Catedral de Nuestra Señora del Carmen de Torreón, oficiada por el obispo de la ciudad, Luis Martín Barraza Beltrán.

Con esta ceremonia especial arrancaron las celebraciones de Semana Santa, entre lecturas y homilía dirigidas al lavatorio de los pies, la última cena y al significado real de una eucaristía, sobre todo en la llamada ‘La misa de la cena del Señor’.

La Primera Lectura aborda el Libro del Éxodo, en el cual el Señor pide a Moisés y a Aarón llevar el mensaje a la gente de compartir la carne y el pan como señal de pascua, mientras que la Segunda Lectura relata la escena donde Jesús está con sus discípulos y pronuncia la acción de gracias invitando a tomar el pan y el vino en representación del cuerpo y sangre de Cristo.

Por su parte, la lectura del Evangelio según San Juan, para este Jueves Santo se enfoca en acto del lavatorio de pies por parte de Jesús a sus Apóstoles, en el cual, los apóstoles Pedro y Simón Pedro se negarían, pero luego accedieron ante las palabras de Jesús.

“Ustedes me llaman ‘el Maestro y ‘el Señor’, y lo dicen bien, porque lo soy. Si yo, el Maestro y el Señor les he lavado los pies, también ustedes deben lavarlos los unos a los otros; les he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con ustedes, ustedes también lo hagan”, fue parte de la lectura.

En la explicación de la homilía, el obispo puso énfasis en los hechos de Jesús aquella noche cuando él mismo sabía que había llegado el momento, la noche que sería entregado por uno de los suyos, sin embargo, también lavar sus pies también fue una muestra del nivel de amor que tienen los amigos.

“Decía Jesucristo que no había amor más grande que el que da la vida por sus amigos. La última cena fue el escenario para que Jesús dejara su testimonio y testamento de amor, Jesús les abre su corazón a sus amigos y les confiesa todo su amor”.

Frente al altar de la Catedral de Nuestra Señora del Carmen, doce niños y jóvenes de catecismo pasaron al frente para representar el acto que los convoca este día, los cuales tomaron asiento para que sus padres fueran los encargados de lavar y secar sus pies, en señal de humildad y amor al prójimo, al finalizar se unieron en un abrazo.

De manera posterior el obispo Luis Martín Barraza repartió el pan a las familias, mismo que fue bendito para ser compartido con los demás.

aarp

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