Alejandra Campos y Antonio Bocanegra son una pareja que tiene dos hijos. El más pequeño pasó a sexto de primaria y el mayor a primero de preparatoria.
Mientras ella se dedica al hogar y a sus pequeños, él como proveedor trabaja extensas jornadas bajo el sol como albañil. Ambos luchan por sacar adelante a sus hijos.
“Pues ahorita ando casi corriendo, nos fuimos mi esposo y yo desde temprano y todo está carísimo. Gastamos más de 500 pesos y eso fue nomás una cuarta parte porque llevamos 2 mil pesos pero todavía nos falta”.
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Alejandra compró sacapuntas, papeles y foami, pero le faltó el papel contact que apunta, tiene un costo de 280 pesos, por eso también buscó en otras tiendas las libretas, donde las encontró con un costo de 12 pesos, lo que la impulsó a llevar un paquete.
Recicla material, pero no es suficiente
Pero los gastos seguirán, porque aunque recicla muchas cosas, el más pequeño pasó a sexto y el mayor cursará la preparatoria técnica.
“Compré libretas de las corrientitas, de doce pesos y dos de dibujo y dos de cuadrícula, fueron 29 libretas porque vas a una papelería de la colonia y ves las libretas de la misma marca y te la dan a 28 pesos. Por eso siempre hacemos eso porque son 12 para cada uno. Tony es el administrador y nos gastamos mil 500 y poco más de 600 en la tienda comercial y eso nomás en útiles porque los uniformes los exigen luego luego".
Esperan recibir beca Benito Juárez
“En la Cobac se pone una señora a venderlos. Para el deportivo abonamos la mitad para que lo hagan porque si no lo lleva le ponen reporte. Son uniformes, útiles, pagar inscripciones. En la Cobac fueron mil 900 y en la primaria 700… tenemos esperanza de que le den la beca Benito Juárez, pero no nos han dicho nada. Necesitamos en la primera junta preguntar”.
Antonio Bocanegra precisó que en el inicio del periodo escolar casi se llora pero la satisfacción de que estudien es muy grande, y más aún cuando los hijos son estudiosos. Es así que no piensa que el oficio de albañil sea malo.
“Anda uno tendido y jalando para que no falte pa’los gastos. Son buenos estudiantes y se merecen todo lo que trabaja uno, bien merecido lo tienen. Para eso jala uno, póngale que sale uno como marranito de la albañilería: el trabajito es cochino pero el dinero es muy limpio, gracias a Dios”.
aarp