Los primeros panteones torreonenses tienen como principal característica un reflejo multicultural en los monumentos funerarios de sus tumbas, pero también un marcado daño, saqueo y saturación.
El Panteón Número 1 -como se le conoce de manera popular- surgió poco después de que Torreón fuera elevado al rango de villa, aunque en el primer plano de lo que sería la ciudad no fue considerado por Federico Wulff.
“Es muy interesante que cuando nace el rancho de Torreón y hacen el primer plano en 1887 ni siquiera dedicaran un espacio al panteón y tampoco a la plaza. Será al calor de las necesidades de la población cuando surge”, puntualiza Carlos Castañón Cuadros, historiador y director del Archivo Municipal.
Detalla que fue entre 1884 y 1894 cuando la máxima autoridad de la villa, Francisco Villanueva, gestionó los terrenos para dar forma al espacio que hoy está ubicado en lo que se conoce como la colonia Aquiles Serdán.
“Ahí están enterrados todos los primeros torreonenses y laguneros que fueron migrantes que venían de otras partes del país. Es un panteón sobresaturado a tal punto que las calzadas originales desaparecieron para enterrar a más gente”, comentó el historiador Castañón Cuadros.
Fue hasta el año de 1906 cuando el espacio del panteón fue delimitado con una barda y un acceso principal durante la administración del alcalde Benito Flores.
Sin embargo, con el paso de los años el cementerio enfrentó diversas crisis por la cantidad de defunciones que hubo y una de las principales ocurrió a finales de 1918 con la propagación de la epidemia de la influenza española.
“Fue cuando se construyó otro panteón en el que se sepultaron a las personas víctimas de la epidemia y luego en esos mismos terrenos -ahora una colonia poblada se construyeron casas”, explica Castañón Cuadros.
Un recorrido realizado por MILENIO evidenció las áreas que fueron destinadas como avenidas o caminos dentro del cementerio forman parte de las tumbas, además que algunos de los monumentos están desmoronados y carecen de mantenimiento.
Elementos únicos
El arquitecto Hugo Estrada Reyes destaca las construcciones en las tumbas y capillas al interior del primer camposanto torreonense por su perfil multicultural.
“Podemos ver que dentro de él se encuentran mausoleos con rasgos característicos de las culturas que llegaron de otras partes del mundo como China, Medio Oriente y Europa”, comentó.
En cuanto al acceso principal del cementerio, refiere que forman parte de un estilo muy marcado durante la Revolución Mexicana que incluía piedras de los cerros alejados.
El cronista de Torreón Sergio Corona Páez (1950-2017) expone en su texto Los cementerios y el despojo de la memoria, publicado en su blog el 29 de marzo de 2009, la función social y cultural que tienen los panteones en regiones como La Laguna.
El historiador Carlos Castañón Cuadros, por su lado, resalta que muchas de las construcciones de cantera fueron edificadas por duranguenses que tenían la influencia del escultor zacatecano Benigno Montoya.
CALE