El señor Sergio Burgos salió de una panadería ubicada en el Centro de Tampico donde aumentaron $1 el costo del pan, así que ante la sorpresiva noticia, aseguró que ya considera aumentar el precio de sus tortas.
“Como tengo negocio tengo que consumir el pan, eso también incrementa los costos”, aseguró el pequeño empresario, que se gana la vida con su establecimiento de tortas de la barda, un alimento muy popular en Tampico.
“No tenía pensado aumentar, pero ante está situación tendremos que incrementarle un poquito más para no afectar mi economía”, enfatizó el ciudadano tampiqueño, que se considera afectado por este tipo de alzas.
Es un aumento arbitrario: empresarios
El señor Sergio, sale con su bolsa de pan francés, el cual pasó de $5 a $6 a partir de este domingo, lo cual considera que es “un poquito arbitrario el aumento, siento que la canasta básica no ha aumentado, no tenían por qué haberlo incrementado”.
Insiste el empresario gastronómico que apenas un día antes compró pan a $5 por pieza, pero le sorprendió porque “uno a veces viene con su presupuesto exacto, y un aumento si afecta cuando compras mucho producto”.
Sin embargo, no es el único con algún negocio que ya está comenzando a darle luz verde a los aumentos en los costos de los platillos, incluso en este mes de diciembre.
Gloria Zubieta, presidenta de la agrupación Locatarios Unidos por los Mercados de Tampico, aseguró que en su caso ya aumentaron $5 algunos productos.
“Ya comenzaron a partir de este mes a subir los costos de los platillos, la comida corrida no, pero si otros platillos que a lo mejor estaban a $70, ahora van a tener un costo de $75 o los que costaban $60 ahora estarán a $65”, manifestó.
Recalcó que en el caso de la milanesa de res o el caldo de camarón, tuvieron que incrementarlos debido al aumento de productos como la carne, así como el marisco.
El señor Fidel, que también salió de la panadería que en el Centro de Tampico aumentó sus precios, aseguró que es una situación que “está mal”.
Sobre los motivos de su opinión, dijo que “unos tienen para comprar y otros no, así que es difícil”. Mientras tanto, el ciudadano de la tercera edad sale del negocio con la bolsa de pan en la mano.
SJHN