La universidad puede hacer el último grito civilizatorio ante la ceguera moral: rector de Ibero Torreón

Planteó que el papel de las universidades es preponderante pues no sólo forma a los jóvenes para que busquen un trabajo sino para ser mejores ciudadanos.

La Universidad es importante para el desarrollo de los jóvenes para crear mejores ciudadanos. | Archivo
Torreón, Coahuila /

El rector de la Universidad Iberoamericana Torreón, Juan Luis Hernández, fue invitado por Marcela Moreno y David de la Garza a participar dentro del programa En Directo Laguna, donde compartió que la universidad puede hacer el último grito civilizatorio ante la ceguera moral que padecen los estados nación y sus habitantes que, acostumbrados a que la vida se diluya en asuntos pragmáticos, permiten que la corrupción se normalice.

Fue Marcela Moreno quien le dio la bienvenida en la emisión y planteó que el papel de las universidades es preponderante pues no sólo forma a los jóvenes para que busquen un trabajo sino para ser mejores ciudadanos.

“Así es. Mira, yo creo que tanto las universidades como los proyectos educativos estamos retados porque alguien podría decir: ‘Oye, yo vi una clase estupenda en YouTube, y a veces esa clase hasta mejor a la que me dio el profesor en mi clase, entonces yo pienso que las universidades, con la pandemia además, estamos repensando y profundizando sobre cuál es la tarea que tenemos como educadores".

“Me parece que algo fundamental con la pandemia, que hemos recuperado, es que no sólo necesitamos condiciones de bienestar económico para ser felices; necesitamos un conjunto de dimensiones que hagan posible que la humanidad sea mejor, más equitativa, que tengamos más inclusión y eso es lo que creo. La pregunta es ¿quién lo va a hacer? ¿La iglesia, el gobierno, los movimientos sociales? Y yo aprecio que la universidad puede ser el último grito civilizatorio para poder hacer la pregunta: ¿Qué es correcto, qué se vale o no frente a lo que podríamos estar viviendo frente al término de la ley del más fuerte en el mundo?

“Que es lo que priva en este momento y que yo denomino como una suerte de, la penumbra global o lo que un autor francés llamaba la ceguera moral. ¡Sí robé y qué!, ¡Sí maté y qué!, ¡Sí corrompí y qué!. Yo pienso que las universidades tenemos, me parece, en nuestras manos el potencial de volver a encausar a la humanidad con mejores propósitos para la vida, para la existencia, para estar en la cotidianidad, y creo que eso no se puede lograr en YouTube".

Ante lo expuesto, David de la Garza cuestionó si la universidad está cambiando con el mundo o por el contrario, está obligando al mundo a que no cambie, a lo que el rector de la Universidad Iberoamericana en Torreón respondió que las casas de estudios están obligadas por los mercados o los gobiernos a impulsar determinados procesos, rutas y programas.

“Yo pienso también que las universidades debemos decirles a los mercados y a los gobiernos lo que el conocimiento, lo que la investigación va arrojando; las universidades somos centros de pensamiento, de reflexión, de investigación y podemos estar viendo algo que no ven los gobiernos o los mercados, desde los jóvenes, y por lo tanto el poder decirles ‘Creo que estamos mal en esto’, ‘Necesitamos recuperar esto otro’".

“Por ejemplo, hoy se está debatiendo mucho el tema del agua y me parece que está muy pertinente que discutamos todas las variables, todas las dimensiones, no es buenos contra malos, no es sólo el tema del río, no es sólo el tema del Nazas, creo que lo que toca en esta coyuntura es discutir desde las universidades, desde la Ibero Torreón lo vemos así… El tema del agua tiene muchas aristas y creo que toca verlo estructuralmente. Solo una tesis, la concentración de la tierra del siglo XVII al siglo XX provocó revoluciones sociales”.

En ese sentido, el rector de la Iberoamericana Torreón dijo que si se continúa con la concentración del agua lo que se vaticina es una nueva revolución social. En el caso del proyecto Agua Saludable para La Laguna, propuesto por el gobierno de la República, acotó que las universidades jesuitas sostienen una posición clara y no se puede ser ciego ni mudo con respecto a lo que pasa en la comunidad.

Es por ello que dijo, la semana anterior se emitió un comunicado del Observatorio Socioambiental haciendo un primer posicionamiento sobre el proyecto de Agua Saludable para La Laguna, lo cual celebran como un proyecto parcial, pero resulta pertinente atender el problema del hidroarsenicismo en La Laguna y el acaparamiento o concentración del agua que mantiene variantes como lo son el acceso ilegal y la no medición en los pozos concesionados.

“Nos parece como universidad que el agua, el problema del agua hay que verlo integralmente pero también nuestra universidad dice y quiere que en nuestras instalaciones se puede hacer ágora pública, ahí pueden encontrarse todas las voces y desde ya, aprovecho este medio y este espacio para decir a los actores que la Ibero es un lugar para encontrarse y para llegar a acuerdos, porque es un punto indispensable que me parece que el agua tiene que ser ya un recurso humano importante y tienen en la universidad el espacio para que los actores ahí puedan ponerse de acuerdo y lograr consensos”.

Por su parte Marcela Moreno ubicó el inicio de la pandemia como un tiempo de incertidumbre social que obligó al confinamiento pero además al silencio de algunas organizaciones que hacen contrapeso en la toma de decisiones gubernamentales, caso concreto el Cieslag, Comunidad de Instituciones de Educación Superior en La Laguna.

Juan Luis Hernández como rector, mencionó que fue un tiempo en el que incluso se sufrió preocupación por las matrículas, la deserción de los estudiantes y la preocupación de los padres de familia, pues refirió, la pandemia ha sido un terremoto existencial. Sin embargo los habitantes de La Comarca Lagunera ha podido retornar a sus espacios educativos y se aprovecha la situación para poder observar la realidad y nutrir a los estudiantes con esa visión.

“Nosotros tenemos el método que denominamos aprendizaje situado y que es justamente aprender con la realidad, ese es el modo de proceder de las universidades jesuitas y por eso no podemos estar ciegos ni mudos ante la realidad porque es nuestro insumo educativo, así que por eso nos felicitamos, nosotros iniciamos clases el 11 de agosto pasado y la verdad ver nuevamente el campus con los estudiantes es una maravilla, fue agua fresca en el desierto”.

Juan Luis Hernández tomó posesión el 21 de junio como rector. Y ante la oferta educativa mencionó que la competencia se desdibuja cuando se impulsa la cooperación.


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