Para los familiares de los enterrados en Jardines del Carmen, valió la pena el riesgo para ir a visitar a sus seres queridos y dejarles su tradicional ofrenda.
Sin embargo, cuestionaron que la autoridad municipal permita que en el panteón haya más entierros, además de que desmintieron a la Procuraduría Federal del Consumidor con respecto a que hubo arreglos con algunos para reubicar el espacio que compraron.
“Cada año estamos aquí, nos brincamos y lo seguiremos haciendo mientras no nos den una solución”, aseveró Olga Lidia Esparza, quien como cada dos de noviembre acude a visitar a su padre que falleció hace más de 10 años.
Criticó que tanto la empresa Gayosso como el municipio no brinden una solución contundente del problema, que recientemente cumplió seis años.
“Aquí tenemos a mi papá desde hace 13 años y es algo injusto lo que pasa porque estos terrenos se supone son nuestros”.
Por su parte, Sofía Melchor, quien tiene a sus padres enterrados en la zona de riesgo del panteón, reclamó que tampoco el panteón les deja sacar los restos y llevarlos a otro lugar.
“Para mi valió mucho el riesgo y va seguir. Pueden cerrar y todo, pero vendremos. Les he dicho que me dejan exhumar y nada. Tengo terrenos en Jardines del Parque, pero no me lo permiten incluso aunque yo pague los costos”.
Argumentó que si pasa algún accidente o acto que ponga en riesgo a las familias, será culpa de la empresa.
“Cuando nos vendieron nunca nos dijeron de esto y para nosotros fue un sacrificio comprar este terreno para mis papás. Lo que pueda pasar no es por nosotros, sino de la empresa porque no está respondieron a un servicio que nos vendió”.
En el caso de la lápida con el nombre de sus padres puede apreciarse que está ladeada.
“Sigue habiendo entierros porque hay intereses de por medio y eso mueve mucho”, añadió.
Así también, Rogelio Barrientos, quien visita desde hace ocho años la tumba de su padre, dijo que sus siete hermanos que viven en Tampico no acudieron a la ciudad porque supieron que no les permitirían el acceso al panteón.
“Tengo varios años batallando y ellos mienten de que hay muchas cuarteaduras, pero nosotros pasamos por donde creemos conveniente. Falta que las autoridades pongan de su parte para multar a la empresa”.
Cuestionado sobre si le han ofrecido que las gavetas que tiene todavía disponibles las reubiquen a otro panteón, respondió que es un engaño porque lejos de ayudarlos les quieren cobrar más.
“Cuando han ofrecido un cambio quieren cobrar más de 30 mil pesos, es puro negocio y a ellos les interesa el dinero”.