Un elefante sentado, la cabeza de Popeye, camellos, un dragón, una foca, una lechuza, la virgen, un pajarito, platillos voladores, una paloma, la familia, el caballito de mar, el portal del tiempo, entre otras figuras, se pueden encontrar mientras se transita por el Parque Ecoturístico Valle de las Piedras Encimadas, el cual se localiza a 25 kilómetros del municipio de Zacatlán, Puebla.
Ubicada en la Sierra Norte, en esta reserva natural se encuentran montículos de rocas que forman figuras espectaculares, de entre 10 y 20 metros de altura, todas ellas rodeadas de frondosos pinos. Por su diseño y distribución, estos promontorios están clasificados como: “Un desafío a tu imaginación y a las leyes de la gravedad”.
Debido a su delineación, las piedras provocan que la imaginación de los visitantes se expanda sin límites, por lo que cada viajero les atribuye a las figuras un significado diferente. Cabe señalar que algunas desafían incluso las leyes de la gravedad, pues se yerguen sobre áreas inclinadas.
Ópticamente pareciera que son piedras que se enciman en otras, sin embargo, se trata de una colosal roca de una sola pieza. La mayoría de las “esculturas” se encuentran dispersas entre la vegetación por lo cual resulta ideal recorrerlas a pie, así como seguir los senderos que permiten admirar las piedras más conocidas y visitar una cascada cercana.
Sin embargo, estudios geológicos señalan que la formación de estas estructuras monumentales fue causada por la erosión de piedra caliza, que tiene un remoto origen marino, hace 65 millones de años, durante el periodo terciario.
La forma peculiar de este conjunto escultórico natural fue resultado de agentes atmosféricos, como la lluvia, el viento y la humedad, así como las reacciones químicas. De esta manera, el tallado se atribuye a la erosión, que ha requerido durante milenios de los efectos moldeadores de las lluvias y el viento. Algunas de las esculturas pétreas tienen más de un millón de años, de acuerdo con los estudios científicos que realizó la UNAM en 2009.
De igual forma, un estudio que realizó esa misma institución en 2005 demostró que hace 1.4 millones de años hizo explosión una caldera volcánica; “las explosiones volcánicas generaron este parque, fue gracias a la erosión y a millones de años que las piedras formaron estas formas tan caprichosas”, señala el documento.
Un lugar donde vuela la imaginación
El valle completo abarca aproximadamente 2 mil hectáreas, de las cuales 300 son propiedad del gobierno municipal y que se emplean como parque ecoturístico, el resto del sitio es propiedad de varios particulares.
El parque fue creado en 2002 cuando el ayuntamiento del Pueblo Mágico de Zacatlán, ubicado en la Sierra Norte de Puebla, adquirió 200 hectáreas de terrenos ejidales y particulares; con el paso de los años lograron sumar otras 100.
En el lugar hay guías y cada uno se encarga de ayudar a hacer volar la imaginación, pues describen las formas o figuras de estos promontorios. Otros narran las diversas leyendas del sitio, como la del fraile que se enamoró de una nativa de Zacatlán a quien veía cada noche y rompía sus juramentos de castidad y rectitud. La historia señala que el religioso firmó un pacto con el diablo para que su amada y él pudieran verse por la eternidad mientras los rayos del sol no los alcanzaran, por lo que los amantes fueron convertidos en una de las formaciones rocosas, misma que se pueden apreciar desde el Balcón del Diablo.
De esta forma, para algunas personas, las formaciones rocosas de este conjunto escultórico natural parecen haber sido colocadas y esculpidas por un gigante con alma de artista, ya que al verlas es casi imposible no cavilar que “se parecen a algo o a alguien”.
Este fenómeno psicológico se conoce como pareidolia, el cual es un fenómeno psicológico que consiste en reconocer patrones significativos “como caras o cuerpos” en estímulos vagos y aleatorios.
Actualmente, el Parque Ecoturístico Valle de Piedras Encimadas se extiende sobre una superficie de 300 hectáreas y ofrece a sus visitantes varias actividades y la posibilidad de pernoctar. Cuenta con 240 formaciones rocosas, 10 actividades y 600 metros de circuito de tirolesa.
Ubicado a una altitud de 2 mil 400 metros sobre el nivel del mar, este valle tiene un clima marcado por los cambios drásticos de temperatura según la época del año o hasta la hora del día en la que se visita.
Por este motivo, se recomienda llevar ropa térmica e impermeable en época de lluvias, que puede presentarse de abril a noviembre. En esa zona, como en la mayoría de la Sierra Norte, el frío suele ser una constante, por lo que debe de llevarse abrigo.
Actividades ecoturísticas
En esa área pueden realizarse otras actividades al aire libre como: Renta de bicicletas, cuatrimotos o caballos; área para acampar, tirolesa, esferas rodantes, esferas choconas, tiro con arco, montar a caballo, senderismo y caminata, así como el recorrido de un laberinto.
También puede visitar un pequeño zoológico. El sitio cuenta con kioscos con asador y una zona gastronómica con cocineras que ofrecen platillos típicos de la región.
Existe un área de campamento la cual ofrece 30 islas diseñadas en arcilla para evitar encharcamientos, regaderas con agua caliente y cerca de seguridad. Si no se cuenta con tienda para acampar, se pueden rentar en el sitio.
Destaca que el espacio para acampar cuenta con un reglamento, el cual marca que debe de respetarse el lugar, no extraer ningún tipo de flora o fauna, no consumir ni estupefacientes ni bebidas alcohólicas, mucho menos fumar. Dentro del parque tampoco se permite la entrada de vehículos, a excepción de quienes irán a la zona de campamentos o que tengan alguna discapacidad. Cabe señalar que en las inmediaciones del valle existen cabañas para el hospedaje.
Si se decide rentar una bicicleta de montaña (el costo es por hora), además de visitar el valle se puede pasear por la ruta cicloturista que lo une con el vecino pueblo de Zacatlán de las Manzanas. En el caso del rapel, los fines de semana y en temporada alta, hay guías especializados.
Desde la tirolesa se puede admirar la parte del valle, pues las poleas suspendidas por cables montados en una declive o inclinación se ubica a 120 metros de altura y tienen 600 metros de longitud. Asimismo, se pueden realizar “batallas humanas” dentro de burbujas gigantes de plástico, que le hacen rebotar contra sus rivales. Otros servicios del parque es una tienda de artesanías y souvenirs, sanitarios y estacionamiento.
Cabe aclarar que la entrada al parque ecoturístico tiene un costo para financiar su conservación y que abre sus puertas los 365 días del año. Su horario es de las 9 a 17 horas en invierno y una hora más tarde en verano, es decir, hasta las 18 horas.
CHM