Vargas Llosa, Tampico y su saludo con Tomás Yarrington

Antes de que fuera ganador del Nobel de Literatura, el escritor peruano se presentó en el sur de Tamaulipas en el festival Letras en el Golfo, donde además dio una entrevista exclusiva al entonces Diario de Tampico.

Vargas Llosa, Tampico y su saludo con Tomás Yarrington. (Archivo)
Joaquín López
Tampico /

El jueves 7 de noviembre del 2002, ocho años antes de que ganara el Premio Nobel de Literatura 2010, el escritor peruano Mario Vargas Llosa estuvo en Tampico invitado por el entonces gobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington Ruvalcaba.

La cita fue la primera edición del famoso festival Letras en el Golfo, en el Centro de Excelencia de la Universidad Autónoma de Tamaulipas del Campus Tampico-Madero, donde fue el foco de atención.

La fotografía era obligada: Tomás Yarrington se acercó al ilustre escritor quien le extendió la mano -ambos muy sonrientes- para el saludo oficial con el ex gobernador tamaulipeco, quien actualmente se encuentra preso en el penal del Altiplano del Estado de México, deportado de Estados Unidos por diversos crímenes federales.

En su visita Llosa compartió escenario con más escritores 

Y es que la visita del narrador peruano nacionalizado español, autor de la novela “La Ciudad y los Perros” era la más esperada por los asistentes. Durante su visita a la UAT se paseaba atento, cortés y atendiendo las muestras de reconocimiento que se le ofrecían en el recinto universitario.

Citando a la recién galardonada con la presea más importante que otorga Tampico a un ciudadano, la “Fray Andrés de Olmos”, Amparo Berumen recordó la memorable presencia de Vargas Llosa en el puerto jaibo, en aquel extinto festival cultural.

Vargas Llosa compartió escenario con más escritores en el Centro de Excelencia UAT Tampico-Madero. (Archivo)

Ese jueves 7 de noviembre, el peruano compartiría escenario con los escritores Víctor Hugo Rascón Banda (México), Billy Collins (EU), Daniel Sada (México) y Luis Miguel Aguilar (México).

Vargas Llosa subió al podio para leer, por alrededor de una hora, unos párrafos de su novela “El Paraíso en la Otra Esquina” (Alfagara 2003), que apenas estaba por salir al mercado en aquel tiempo.

Intelectuales y políticos corrían para retratarse con el escritor peruano en el encuentro que también albergó a personajes relevantes como Carlos Fuentes, Héctor Aguilar Camín, Sergio Pitol, entre otros.

Una charla con el Diario de Tampico

La presencia de Mario Vargas Llosa en Tampico también se destacó en las páginas del entonces “Diario de Tampico”, hoy MILENIO Tamaulipas, donde regaló una entrevista exclusiva para el reportero Jorge Luis Espinosa.

En ese momento contó, que pese a los años que ya llevaba dedicado a la lectura y escritura, refirió que escribir todavía le resultaba difícil y por lo demás, descreeía de la facilidad en la escritura.

“El tener mucha facilidad para escribir es peligroso, porque uno cae en manierismos. Yo nunca he tenido facilidad. Corrijo mucho, me esfuerzo con las palabras, pero me gusta. Es un tipo de desafío, incluso cuando es un texto breve”.

Dijo que renunció a las utopías y paraísos sociales, pero que la literatura era su propio paraíso sin duda alguna.

“Creo en los paraísos individuales, en los paraísos literarios y artísticos. No en los paraísos sociales. No creo que la sociedad perfecta exista. Todos los intentos de crear la sociedad perfecta han desembocado en verdaderos apocalipsis e infiernos”.
En su visita ofreció una entrevista exclusiva al entonces Diario de Tampico hoy Milenio Tamaulipas. (Archivo)

Vargas Llosa, sentado muy relajado en un sillón durante su cita en Tampico, expuso que la sociedad solo puede ser perfectible, pero no perfecta por la extraordinaria diversidad que representan los seres humanos.

“La idea de la felicidad de cada ser humano es distinta. No se puede establecer un común denominador. Cada vez que se ha intentado ha terminado muy mal. La Inquisición fue un intento de crear una sociedad perfecta: sin pecados ni herejes y al final terminó en torturas, hogueras. El fascismo fue una utopía que buscó una raza pura y terminó en el holocausto de seis millones de personas incineradas en los campos de concentración. El comunismo terminó en los gulags con 20 millones de desaparecidos”.

Finalmente, el escritor sostuvo en ese momento, al cuestionarle si no pensaba escribir sus memorias, “ya he escrito un volumen de memorias que se llama “El Pez en el Agua”, relacionado sobre todo lo que fue mi experiencia política, pero por ahora no tengo el apetito de seguir en algo así. Tengo otro tipo de proyectos. Quizás en el futuro. Ya veremos”.

Y así, ocho años después de su visita a Tampico, la Academia Sueca reconoció su trayectoria completa al otorgarle el Premio Nobel de Literatura en 2010, aunque no por una obra en específico, sino por “su cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la resistencia del individuo, su rebelión y su derrota”. Es decir, un reconocimiento a toda su obra literaria.

Mario Vargas Llosa murió este domingo 13 de abril del 2025 a los 89 años de edad en Lima, Perú, según informaron los hijos del autor.



DAPD 


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