Vendiendo ricas empanaditas paga el seguro de su hija

Con empanadas, pan ranchero, galletas y rollos rellenos hechos a mano, le ayudan a Mayumi a pagar 1200 pesos mensuales.

Hace labor de venta mientras toma de la mano a su hija de dos años, y la mayor le toma de la blusa. (Jorge Maldonado)
Jorge Maldonado Varela
Matamoros, Coahuila /

La joven Mayumi Castañeda trabaja de manera ambulante en Matamoros en la venta de empanadas, pan ranchero, galletas y rollos rellenos, oficio que emprendió desde hace siete años y con el que paga al seguro social (IMSS) hasta 1200 pesos mensuales para ser derechohabiente.

Esto para que la mayor de sus dos hijas que padece un trastorno de comportamiento, tenga atención médica y medicamento controlado.

“Decidí sacar el seguro porque así estarían cubiertas mis hijas y yo, además no tenía quien cuidara a la bebé y quería meterla a la guardería para poder trabajar de mejor manera”, compartió.

Su hija mayor está diagnosticada con déficit de atención con hiperactividad, por lo que el IMSS le cubre las consultas y medicamentos de manera mensual.

Sin embargo en este mes tendrá que pagar las medicinas por su cuenta, puesto que se le venció la referencia para pedir Metilfenidato, que tiene un valor comercial de alrededor de 400 pesos más la consulta con un médico particular.

Ante esto dice que deberá trabajar el doble y esperar al siguiente mes que se surta con normalidad la dosis para su pequeña.

Mayumi castañeda acude a una panadería donde elabora y cocina el pan hasta dos veces por semana, y así sale cada mañana a las calles de Matamoros con su canasta de ruedas, donde lleva bolsas con pan de trigo relleno con cajeta, coco rallado, pasas y nuez.

Cuando sale a vender y no consigue quien cuide de sus pequeñas, con una mano dirige el carrito y con la otra lleva a su hija de dos años, mientras que la de seis, Ángeles, aprendió a tomar a su madre de la ropa para estar a su lado al caminar.

“Prácticamente me hago ‘trizas’ porque a veces traigo a mis niñas y aparte el carrito con el pan. Pero sé que no hay de otra cuando se quiere salir adelante por cuenta propia”, señaló Mayumi al salir de la fila de la farmacia de la Unidad Médica Familiar No. 83 de Matamoros.

La vida le hizo ver que debería ser ella misma quien saliera adelante sin la necesidad de alguien que la mantuviera, así reunió sus ganas de trabajar con sus ganas de no quedarse estancada y decidió iniciar su propio negocio.

Con la ayuda de familiares aprendió a cocinar y a ponerle el toque exacto de dulzura al pan, ahora sueña con consolidarse como emprendedora y elaborar cada vez más este producto que ha perfeccionado al paso del tiempo.

Asimismo, la joven matamorense aprovecha las redes sociales para ofrecer el pan dulce de trigo en su perfil personal Mayumii Cas.

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