Los hermanos José Antonio y Heber Galán Contreras llevan más tres meses detenidos por negarse a ser despojados de su predio. El 8 de octubre, representantes de Cementos Moctezuma llegaron junto con policías estatales de la delegación Xico cuando ambos se encontraban en el terreno, ubicada en camino a Cantil Blanco, en el municipio de Apazapan, Veracruz.
El lugar es paso forzoso de los camiones de la cementera para extraer materiales de la cantera, los hermanos cercaban para evitar el ingreso tras varios intentos de despojo y sin más, fueron detenidos, a pesar de que José Antonio llevaba una resolución judicial en la cual se especifica que dicho camino no es público y la escritura que los acredita como dueños.
Cuando José Antonio estaba sacando los documentos de una mochila para mostrárselo a los policías, los agentes le dijeron que se lo llevarían detenido por obstrucción a las vías de comunicación y ultrajes a la autoridad.
José Antonio alcanzó a darle el celular a Heber y le pidió grabar lo que estaba pasando; los policías le tiraron el celular y también se lo llevaron detenido por las mismas razones.
Las horas después de la detención de los hermanos Galán fueron terribles para su familia, tenían miedo de que fueran víctimas de desaparición, pues los agentes no les dijeron a dónde los llevaban, después de más de cinco horas de búsqueda los encontraron en la delegación de la Fiscalía estatal, en Coatepec.
“Me preocupaba que se los hubieran llevado hacia otro lado y los desaparecieran”, contó a MILENIO la esposa de José Antonio, quien por seguridad prefiere mantener el anonimato.
El abogado de José Antonio y titular del despacho IUSFORENSIS, Rodolfo Martínez, señaló que durante la audiencia inicial del caso se aportaron datos de prueba los cuales demostraron que no existía el delito contra vías de comunicación, por lo que la jueza dictó un auto de no vinculación.
Sin embargo, permaneció el delito de ultrajes a la autoridad, por el cual se les dicto prisión preventiva, debido a que la policía presuntamente armó una versión distinta a los hechos: acusó a los hermanos de atacar con cuchillos a los agentes y de haber sostenido una pelea con ellos durante varios minutos, sin embargo, no existió ninguna lesión ni en los elementos policiales ni en los hermanos Galán que acreditara algún enfrentamiento.
“No es la primera ocasión en que los jueces actúan así pidiendo siempre al Ejecutivo del Estado que les marque la línea de cómo deben resolver, creo que queda evidente que existe una asociación entre Cementos Moctezuma y también de ciertas autoridades del Ejecutivo estatal como son las autoridades de caminos”, denunció Martínez.
Inicialmente José Antonio y Heber fueron recluidos en el penal de Pacho Viejo, en Xalapa, después, sin dar aviso a sus familiares, fueron cambiados al penal de Tuxpan y al de Pánuco, respectivamente.
“Ha sido bastante difícil el afrontar esta situación y más cuando hay injusticias y te los trasladan de un municipio a otro, para poder ir a ver tenemos que viajar de seis, ocho hasta diez horas y sí es muy difícil”, dijo la esposa de José Antonio.
La policía veracruzana ha utilizado frecuentemente el delito de ultrajes a las autoridad para justificar detenciones; el comandante Andrés Segura, quien participó en el caso de los hermanos Galán, está implicado en otras detenciones presuntamente ilegales.
“El mismo comandante que en alguna ocasión dio apertura a que la maquinaria de la empresa pasara sobre la propiedad, es el mismo que está inmerso en otro caso que fue muy sonado aquí en el estado de Veracruz de la detención de seis jóvenes”, dijo la esposa de José Antonio.
Foto: Octavio Hoyos
La familia de José Antonio y Heber tienen miedo, incluso los habitantes del pueblo donde viven les han dicho que "se anden con cuidado".
“Nos dicen 'oye, no andes en la noche' o' no hagas eso porque la patrulla anda atrás de ti', entonces uno anda con ese miedo, ahorita con el ultraje que ya todos jalan droga o jalan armas o jalan algún cuchillo y vas para arriba”, manifestó un familiar de los hermanos Galán, quien prefiere mantener el anonimato por seguridad.
JLMR