Los restos del bebé hallados en Astacinga, Veracruz, el fin de semana corresponden a un aborto probablemente espontáneo o parto prematuro de una mujer que también murió, informó el gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
La madre decidió sepultar al bebé cerca de la iglesia, de donde fue desenterrados por los perros.
El gobernador de Veracruz declaró lo anterior en entrevista al término de la mesa de Coordinación por la Paz, durante un recorrido de supervisión de obra en Xalapa.
Precisó que la madre del bebé, que era comido por perros, murió luego de abortar o sufrir un parto prematuro.
"Es algo muy lamentable. La madre falleció, es la información que tenemos. Entendemos que ella quiso sepultar a su hijo cerca de la iglesia en sus formas, no cuidando las leyes que establecen para este tipo de cosas porque fue un aborto quizá no deseado así. Cuando pasan estas cosas hay una creencia que son angelitos, yo creo que por eso intentó sepultarlo junto a la iglesia".
García Jiménez abundó que la fiscalía está investigando el caso y la información que tiene deriva de los informes que dio a conocer el organismo en la reunión de seguridad.
En entrevista, durante un recorrido en el parque “Molinos de San Roque” en Xalapa, el mandatario estatal lamentó el caso y mencionó que la fiscalía del estado continúa con la investigación.
Indicó que se reforzarán las campañas de atención a las mujeres embarazadas, donde se cuente con médicos y parteras certificadas, así como traductoras para apoyar en las zonas serranas e indígenas como es el caso del municipio de Astacinga, enclavado en la sierra de Zongolica.
"Desde que tuvimos noticia del hecho, se reforzó la atención de salud para alcanzar a guiar a las mujeres que tiene una situación complicada de sus bebés y que acudan al centro de salud, que no acudan con las parteras, personas que no son profesionales. Nosotros tenemos parteras certificadas indígenas para atender cualquier gestación".
ROA