Los enfrentamientos que sostienen desde el fin de semana dos grupos del crimen organizado provocaron que por primera vez en más de cien años, los integrantes del ejido de Chichihualco suspendieran la representación del velorio en honor al caudillo del sur, Emiliano Zapata Salazar.
De acuerdo con Evencio Romero Sotelo, secretario general de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos (LCASC), el ejido de Chichihulco se formó al calor de la lucha impulsada por el general Zapata Salazar.
El 10 de abril de 1919, cuando los campesinos del citado municipio fueron avisados de la emboscada en que fue asesinado el líder de la Revolución Mexicana, realizaron un velorio en la comisaría del pueblo, para llorar la muerte de su principal dirigente.
Con el paso de los años, los campesinos del municipio comenzaron a representar el velorio del general, recibiendo el parte en el que se informa sobre la emboscada que provocó la muerte de Zapata Salazar, luego colocaban un féretro vacío en medio de cuatro cirios con la fotografía del caudillo al centro.
La tradición ha perdurado en varias generaciones de ejidatarios, que de manera puntual realizaban la representación del citado velorio.
Sin embargo, este 10 de abril de 2024, la cabecera municipal de Leonardo Bravo se encuentra en medio de una serie de enfrentamientos que han retomado dos grupos del crimen organizado que se disputan esa entrada a la sierra.
Por esa razón, los ejidatarios, en su mayoría adultos mayores, consideraron que realizar la representación del velorio podría interpretarse como una provocación para los grupos que se disputan la ciudad, de ahí que decidieran suspender la actividad.
Con ello se rompió una tradición que de acuerdo con los ejidatarios más veteranos, podría remontarse a la misma noche del 10 de abril de 1919, cuando los habitantes del lugar conocieron el resultado de la emboscada registrada en la hacienda de La Chinameca, en el estado de Morelos.