Narración textual de una mujer coahuilense que padece violencia intrafamiliar, plasmada en el Diagnóstico Social sobre el Fenómeno de la Violencia de Género en el Estado de Coahuila, en donde se evaluaron los municipios de Saltillo, Torreón, Monclova, Región Carbonífera (San Juan Sabinas, Sabinas y Múzquiz) y Piedras Negras.
Se trata del testimonio de una mujer de 38 años, casada y con 2 hijos, proveniente de un hogar un tanto desestructurado, igual que el de su pareja.
“Me case a los 20 años. Ya estaba embarazada a los 19 y nada más trabajaba, aún era feliz. Yo conocí a mi novio en un baile, ahí nos empezamos a tratar, duramos como un año de novios, pero en ese tiempo la relación era puro amor, o sea tranquilo, atento, estaba bien, pero, después ya no, porque él tenía vicios, andaba con problemas con las drogas y yo me di cuenta hasta que vivía con él y estaba embarazada”, describe.
Al respecto de su relación familiar, la mujer asegura que vivía en un ambiente desestructurado.
“La relación entre mis padres era una relación de estar por estar, mi mamá trabajaba porque tenía 6 hijos, pero yo veía que no había cariño, mi papá tomaba, mi papá buscaba a mi mamá, pero ella lo rechazaba.
Cuando me doy cuenta, de que él, mi pareja es drogadicto yo tenía 3 meses de embarazo, y me doy cuenta porque sale con una botella de resistol y yo me pregunto, pero, ¿cómo?, entonces pues me dolía su situación, pero no lo dejaba, a veces me iba para la casa de mis papás, pero luego terminaba regresando con él, porque estaba preocupada y pues siempre regresaba. Fue una vida muy difícil”.
Al respecto del maltrato, relata que la insulta constantemente y la agrede, por lo que tomó la decisión de divorciarse.
“Yo he recibido maltrato de él, como muchas ofensas como que me va a matar si me encuentra con otro y dice que me creo muy !”#$%&% porque ahí donde vivimos es mío. Entonces, él ahorita tiene un problema. Dejó las drogas, pero sufre de alcoholismo, entonces nomás toma y empieza a decirme muchas cosas, me ofende mucho. Por eso vine a demandarlo, ya no quiero que este en mi casa. Mi familia no sabe de estos problemas, la única que sabe es una amiga”.
"Mis suegros sí saben de estos problemas, le llaman la atención, pero no le importa. Toma viernes, sábado, domingo y lunes, ofende y luego viene a pedir perdón. Es el único que afecta mi entorno. Por eso llegue aquí, me han orientado, quiero el divorcio y ahorita me agarra cuando estoy sola porque quiere pelear, por ejemplo, anoche me estiro el cabello y mucho más agresiones.
Hace pocos días quemó una cobija en la casa y dije este es capaz de quemarme la casa. Pero siempre me ofende, que porque empiezo a chingar que soy bien %&$#&, pinche vieja panchosa, todo su diálogo es de puras ofensas y cuando veo peligro me encierro en el cuarto de mis hijos", finalizó.