La violencia obstétrica se define por INMUJERES como “un tipo de agresión que se genera en los servicios de salud pública o privada y que consiste en cualquier acción u omisión, por parte del personal de salud, que cause daño físico o psicológico a la mujer durante el embarazo, parto y posparto”. Este tipo de violencia pueden sufrirla cualquier persona, en cualquier etapa del embarazo.
Según datos de la misma instancia 2.5 millones de mujeres en México habrían sufrido esta clase de violencia del 2016 al año 2021. Esta cifra demuestra que es un problema constante en el sistema de salud mexicano.
Es por ello que la escritora Clyo Mendoza, decidió alzar la voz con base en su propia experiencia respecto al tipo de violencia que enfrentan millones de mujeres en México.
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A través de su cuenta de Instagram, Mendoza narra que ella contrato los servicios de la partera Zoila Ríos Coca, quién además está certificada como médica cirujana.
Clyo menciona que Ríos Coca y ella fueron a comer a un restaurante. La partera comenzó a beber , aunque la escritora le había mencionado que había comenzado con contracciones ella le puso el pretexto de que el bebé no nacería ese día:
"El día que empezaron mis contracciones, Zoila Ríos Coca decidió que debía "relajarme", así que me llevó a mi madre, al papá de mi bebé y a mí a un restaurante donde empezó a beber, diciendo que mi hija no nacería ese día, sino dos días después. Como mamá primeriza, una se entrega a los profesionales de salud en los que confía, porque todo en el proceso es absolutamente nuevo."
A pesar de ello, la escritora decidió volver a su casa, en dónde inició en labor de parto. Tiempo después llegó la partera, quien se encontraba en estado etílico. Ante su imposibilidad de atender la emergencia, la mujer decidió que su ayudante se encargara del parto mientras ella dormía:
“Ese día, aunque nosotros volvimos pronto a casa, incómodos también por su comportamiento y seguros de que ella volvería a su casa para descansar y estar lista para el parto, tenemos testigos que saben que ella siguió bebiendo y fumando marihuana en el lugar y posteriormente en su casa. Esa madrugada, cuando se presentó al parto, puso a Cristina, su ayudante, a bañarme mientras ella dormía. Cristina, nerviosa, fue incapaz incluso de medir la dilatación. Zoila Ríos Coca despertaba de vez en cuando para decirme que lo hiciera yo misma. Nunca se despertó para hacerlo, ni se levantó con mis gritos de dolor, un dolor que empezaba a ser cada vez más incapacitante. Había algo raro en ese sueño inusualmente profundo de la partera.”
La partera no se despertó hasta que la situación había escalado, se notaba preocupada pero nunca sugirió ir a un hospital y tras 10 horas de trabajo de parto llenos de dolor y angustia Clyo logró traer a su bebé al mundo.
Nada normal
Sin embargo, las negligencias no terminaron ahí, pues la autora menciona que ella notó que su bebé tenía un hematoma en la cabeza, cuando le preguntó a la partera ella le contestó que era normal. Debido a la preocupación, Mendoza se acercó a otros expertos y ellos le dieron otro diagnóstico muy diferente, no había nada normal con esa situación:
“El resto de los médicos de los días siguientes diagnosticaron de inmediato ese hematoma como una hemorragia grave que había alcanzado su cerebrito. Y junto a eso: sufrimiento fetal, asfixia perinatal, etc.” sostuvo
Además mencionó que su hija había sufrido una sepsis por parte del mal manejo que tuvo su cordón umbilical por parte de la partera
Tras la negligencia médica vivida, la bebé de Clyo sigue luchando con gran fuerza contra las consecuencias de la irresponsabilidad de Zoila Ríos Coca, pues el mal tratamiento de su parto le causó muy graves secuelas en su salud.
"A la fecha nuestra bebé sigue en rehabilitación y estricto seguimiento médico y neurológico bajo el diagnóstico de parálisis cerebral. Ella sigue desafiando esos diagnósticos con una fuerza y un valor que todos los que estamos alrededor admiramos." dijo la escritora
Por último, la autora denuncia todo el dolor físico y mental que le causó la irresponsable profesional y decidió dar a conocer su historia para que ninguna mujer atraviese por la misma situación que ella.
"No hay compensación para todo los que hemos atravesado, no habrá juicio que nos devuelva la paz, que nos ahorre el dolor, que compense el padecimiento físico y emocional de mi bebé y el mío, el de nuestra familia entera, pero pido que que cada mujer que decida empezar un proceso tan íntimo y preciado como lo es un parto con Zoila Ríos Coca, conozca nuestro testimonio para que lo haga a conciencia. Nunca en mi vida había atravesado este nivel de violencia obstétrica, de abuso psicológico y de maltrato en manos de nadie, porque todo lo que esta mujer hizo esa noche puso en peligro, más allá de mi vida, la vida de mi hija." menciona la autora
Cabe aclarar que Ríos Coca es la responsable de la partería “Diosas de la Oxitocina”, en la que otorgan talleres y cursos respecto a esta práctica ancestral en el estado de Oaxaca.
APA