La violencia psicológica es la que más padecen los infantes tamaulipecos en instituciones educativas, lo que repercute en su aprendizaje y en su formación como personas, contribuyendo a que en su etapa adulta permitan el maltrato en el hogar.
Con datos de la más reciente Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) publicada en diciembre pasado y el registro de lesiones de la Secretaría de Salud, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), indicó que Tamaulipas tuvo 26 casos de bullying en 2022.
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Covid-19 disminuyó casos
De estos, 13 fueron por agresiones psicológicas, 11 físicas y 2 de tipo sexual. Comparado con dos años antes, la estadística de entonces fue mucho menor porque los menores tomaban sus clases en línea debido a la pandemia de covid-19.
El confinamiento domiciliario comenzó en marzo de 2020 en la entidad, pero en el primer bimestre de ese año se alcanzaron a presentar cinco casos de maltrato escolar, de los cuales, tres fueron por violencia física y dos psicológica.
El psicólogo Ricardo Flores dijo que la violencia en los salones de clase marca a la niñez, dejando secuelas que arrastra hasta su edad adulta, siendo la psicológica una de las expresiones más dañinas, porque deja baja autoestima, ansiedad e incluso pensamientos suicidas en casos graves.
“La violencia psicológica es la más frecuente en las escuelas y trastorna el proceso de aprendizaje y formación, es algo que va mermando la autoestima de los niños y las niñas, y si no reciben terapia especializada llegan muy dañados a la adultez, tolerando todo tipo de abusos contra su persona, hasta escalar a la violencia doméstica”.
El especialista sostuvo que los planteles educativos deberían ser uno de los lugares más seguros para la infancia y la adolescencia, pero la realidad indica lo contrario, “porque es muchas veces donde se adquieren traumas irreversibles que llevan a autolesionarse o a tener ideas suicidas”.
“Son los sitios donde se están incubando los futuros generadores de violencia familiar y las futuras víctimas del mismo círculo, son patrones que se van aprendiendo, porque el maltrato psicológico lleva a la agresión física y muchas veces las autoridades escolares prefieren no intervenir, todo ello va formando una espiral porque también existe violencia institucional en el no actuar”, expresó el especialista.
La Red por los Derechos de la Infancia en México, retomó la estadística disponible para señalar que la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, establece que estos tienen derecho a una educación de calidad basada en un enfoque de derechos humanos que garantice el respeto a su dignidad.
El organismo de la sociedad civil, menciona que, conforme a dicha ley, las autoridades de los tres niveles de gobierno deben garantizar un ambiente libre de violencia en las instituciones educativas y elaborar protocolos de actuación.
En Tamaulipas, debido a una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), se elaboró un protocolo en materia de prevención, detección y actuación en casos de acoso escolar, dirigido al nivel básico.
De acuerdo con este protocolo, es violencia psicológica cuando hay un daño emocional a un estudiante mediante insultos, menosprecio y burlas en público o privado y cuando existe persecución, sometimiento, tiranía, intimidación, hostigamiento, chantaje, manipulación o amenaza, incluyendo las gesticulaciones y obscenidades a través de señas, miradas o expresiones corporales que lastimen su dignidad y autoestima.
Expresiones de violencia
a) Se burlan de él/ella
b) Lo insultan
c) Le dicen cosas para molestar
d) Le dicen groserías
e) Lo critican
f) Le ponen apodos
g) Es sujeto de discriminación
h) Le gritan
i) Lo ignoran
j) Le quitan sus cosas
k) Le esconden sus cosas
l) Le rompen sus cosas
m) Lo culpan sin razón
n) Lo golpean
o) Lo provocan
p) Lo empujan
SJHN