Miles de familias de La Laguna se congregaron en el Fraccionamiento Santa Rosa de Gómez Palacio, para ser parte de las celebraciones de la parroquia del Divino Niño Jesús, en su edición número 18 desde la apertura de esta comunidad.
Desde el viernes ya se vivía un ambiente de fiesta con la serie de peregrinaciones y danzas de diferente porte tanto de Gómez Palacio, Lerdo, Velardeña en Durango, así como grupos de otras partes de Saltillo y Sombrerete Zacatecas.
Por la calles Desierto y Álamos vecinos aprovecharon su cercanía a la iglesia para poner sus puestos de comida como hamburguesas, brochetas de carne y bolsas de botana, sin faltar la venta de agua embotellada y de sabor por litro, mientras que otros vecinos solo sacaron sus sillas y se dispusieron a observar las coloridas peregrinaciones.
El aroma a incienso se percibía a las afueras del llamado Santuario del Divino Niño Jesús, donde se instaló un altar con la imagen del santo en su día, el ambón que sostiene la Palabra y la mesa de credencia, con lo que el nuevo obispo de Gómez Palacio, Jorge Estrada Solórzano, ofició una misa para los miles de asistentes en punto de las 20:00 horas.
Se pudo apreciar a pequeños con la indumentaria del Divino Niño y gente que cargaba su imagen en diferentes tamaños.
"Me da mucha alegría la asistencia de tanta gente con tanta devoción y mi esperanza es que esto sea un motivo de mayor compromiso en la vida cristiana, ser generosos con los demás. El Divino Niño Jesús es una inspiración para los niños y jóvenes, que así como él, que creció en sabiduría y gracia ante Dios", dijo el obispo previo a la celebración eucarística.
En el altar también estuvieron el párroco del Santuario, Javier Arenas, y el vicario de la Diócesis de Gómez Palacio, sitio desde donde se leyeron las lecturas del libro del Génesis y de los Colosenses, así como el Evangelio según San Lucas con la historia de las hermanas Martha y María.
"El señor nos invita a vivir la hospitalidad, a ser hospitalarios con nuestros hermanos, con los mas necesitados y con los que van de paso, sobre todo con él. Nuestra vida tiene que ser un equilibrio entre el trabajo, entre el afán de las cosas que son necesarias y entre la responsabilidad como ciudadano", compartió el obispo Estrada en la homilía.
Durante la misa no se pudieron resistir aquellos que mientras estaban los cantos, aprovecharon para checar sus redes sociales, tampoco aquellos que le entraban duro a la botana en el transcurso de la celebración.
"Es el cumpleaños del niño que está en el altar", decía una madre mientras intentaba explicar a su hijo sobre la imagen de más de un metro del Divino Niño sacado de su Santuario para la misa desarrollada a las afueras de la parroquia.
La fiesta siguió con música, juegos mecánicos e inflables y los infaltables fuegos pirotécnicos que durante todo el día se hicieron presentes y con mayor fuerza conforme llegaba la noche.