Para Fernando Rodríguez los 73 años de edad que carga encima no pesan más que la necesidad de seguir llevando un dinerito para su familia; tampoco le pesa su morral rojo con herramienta, pico y azadón para hacer el jardín de las casas en la colonia Nueva los Ángeles de Torreón.
Día nubladito, en donde el sol se le ha ocultado al igual que las oportunidades de trabajo del día. Sabe sobre el Salario Mínimo, pero no porque los gane.
Hay días en que logra de 150 a 200 pesos diarios que no son suficientes, pero como dice, al menos es algo para comprar frijolitos que llevar a la casa.
Fernando agradece que el día no es tan caluroso, pero no ha conseguido realizar un trabajito. El invierno aún está presente y la gente no quiere darle mantenimiento a sus jardines; sin embargo, no pierde la esperanza y cree que aún tiene posibilidades de obtener lo suficiente para poder vivir con lo necesario y poder internarlo al día siguiente: “Sé que el salario mínimo subió y que está en 250 a 259 pesos, sí lo sé, pero no los gano”.
Jardinería como autoempleo
Quien tampoco pierde la esperanza es Arturo Ramos, quien ha visto en la jardinería una forma de autoemplearse junto con su familia.
“Nosotros ganamos de acuerdo al trabajo que realizamos, no recibimos un salario como tal, por eso tenemos que buscar la mayor cantidad de trabajo”.
Al percibir un ingreso, reconoce que anteriormente, podía ir a surtir el mandado casi a diario, sin embargo, ahora lo hace una vez por semana, lo que ahí se refleja lo difícil que está la situación. Al día se llega a gastar hasta 300 pesos para poner la gasolina, aunque se complica cuando hay una descompostura en la herramienta.
Arturo tiene ya quince años en la jardinería. Esta tarde realizaba su labor al exterior de una casa en la colonia San Isidro de Torreón. Según recuerda, empezó a los doce años en este oficio, que afortunadamente tiene el apoyo de su padre, y entre los dos van buscando trabajos que les puedan dar el sostén económico para sus familias.
“Hay días buenos y otros no tanto"
Más tarde y esperando un pedido en una banca del camellón central de la emblemática calzada Colón en Torreón, se encontraba Cruz Delgado, de 30 años de edad, es chofer de la plataforma Didi, con la que a diario realiza alrededor de quince entregas.
Su jornada empieza desde la ocho de la mañana hasta las seis de la tarde. Previamente laboraba en una empresa y desde que llegó a Torreón de la Ciudad de México, comenzó a trabajar en esta plataforma con su motocicleta desde hace dos años, en la que se desplaza.
“Hay días buenos y otros no tanto; en ocasiones llegamos a ganar hasta mil pesos al día, aunque luego solo sacamos 200 pesos, solo para comprar un kilo de huevo, las tortillas; un pequeño lonche para mi hija, mi esposa. Pero realmente ya no alcanza para nada”, lamentó.
“En Torreón hay mucha tranquilidad, pero sí hay que chambear y espero ir creciendo para luego comprarme un carrito, hay muchos gastos que atender con la familia, por lo que hay que sacar mayores ingresos”, externó.
EGO