Gonzalo Molina, preso político que recién fue liberado y vocero de la Casa de Justicia del Paraíso de la policía comunitaria, Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) en Guerrero, desapareció en la Ciudad de México.
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Los compañeros del vocero indicaron que desapareció el martes 26 de marzo, durante la marcha por la aparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, luego de que presuntamente fue amenazado.
“Recibió amenazas por parte de Yazmín, alias la” Norteña”, conocida militar e integrante del grupo delictivo de los Viagras y quien opera en el territorio de Tierra Colorada y el Ocotito”, acusaron en un comunicado.
Detallaron que la mujer goza "de total libertad e impunidad” para trasladarse a la Ciudad de México y participar en la marcha, en la cual estuvo tomando fotos.
Aseguraron que en la marcha, Gonzalo era fotografiado constantemente por otro hombre.
"Al llegar al domicilio donde pasarían la noche, se detectó a otra persona tomando videos de la casa, así como a los compañeros, quienes salieron para tomar algunos alimentos”, contaron.
“Al confrontarlo nuevamente, externó argumentos torpes al responder que buscaban departamentos en renta", añadieron.
Resaltaron que tras las sospechas, Gonzalo se trasladó a otro domicilio por medio de “un taxi seguro”.
"Se decide contratar los servicios de un taxi “seguro” y se monitoriza el avance de dicho taxi hasta su destino incluyendo un par de llamadas sin que se reportaran problema alguno”, dijeron.
“No obstante, a tan solo cinco cuadras de su llegada al punto solicitado, la aplicación da por terminando el viaje. Esto ocurrió alrededor de las 22:00 horas por los rumbos de Martín Carrera", indicaron.
“Fue la hora en que desapareció, hasta las doce de la noche, compañeros de la brigada de Paz Marabunta recorrieron la zona sin encontrarlos. Desde entonces no se sabe nada del paradero de los compañeros y sus celulares se encuentran apagados", comentaron.
Contaron que cuando Gonzalo egresó del penal recibió amenazas de la delincuencia organizada por lo que se traslada a la Ciudad de México, para solicitar medidas de protección para su integridad física y la de sus familiares ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Subsecretaria de Derechos Humanos Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, que no fueron concretadas.
Incluso un día antes del 26 de marzo, Gonzalo "sufrió un intento de levantamiento, aún dentro de las instalaciones de la UAM" a donde había acudido a un conversatorio en la Facultad de Filosofía y Letras.
FLC