Bajo la selva de la ruta Puuc, al sur de Yucatán, casi en estado virgen, se encuentran más de 400 sitios arqueológicos mayas, sin ser explorar por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Las ciudades prehispánicas más conocidas de esta ruta son: Uxmal, Kabah, Sayil, Xlapak, Labná, Oxkintok y Chacmultún, que siguen siendo exploradas por arqueólogos.
“Estos son los núcleos que se conocen ya y que están abiertos al público, pero estamos en el valle de Santa Elena, donde tenemos más de 400 sitios arqueológicos que no están abiertos al público y que no deben ser visitados (…) ni quiera visitarlos, porque, por qué, estaríamos favoreciendo a destrucción, a saqueo, porque no tienen una vigilancia”, explicó José Huchim Herrera, arqueólogo del INAH y responsable de las exploraciones en la ruta Puuc.
Hace 50 años se construyó una carretera que permitió el paso a los arqueólogos para realizar con más frecuencia investigaciones del estilo Puuc, encontrando datos interesantes de los mayas que vivieron en la época clásica.
Como en Uxmal, encontrando datos de los años 900 al mil de la actual era, brindando una nueva visión del sitio ancestral.
“La Estela 18, que tienen que ver también con la lluvia, con el maíz, con la representación de personajes que tiene ver mucho con de deidades para poder pedir una benevolencia de los dioses”, dijo Huchim Herrera.
El arqueólogo, adelantó a MILENIO que en próximos meses, comenzarán a explorar una de estas ciudades, pero no especifico el sitio, por cuestión de seguridad.
Mientras en el sitio de Kabah, ubicado a 15 kilómetros al sur de Uxmal, siendo la capital del Puuc, y donde se construirá un museo arqueológico y un espacio cultural que permitirá que los habitantes de las comunidades puedan acudir y entender más la vida de los antiguos mayas.
La zona reguarda del rey de Kabah, cubierta con mascarones y con siete representaciones del mandatario, es un espacio de cinco kilómetros de diámetro, que oculta sacrificios humanos, rituales, danzas, estudios de astronomía, comercio, medicina, haciendo un lugar especial.
“Tenemos evidencias de que Kabah estuvo ocupada desde 300 años antes de nuestra era, hasta más o menos 1200 y después, hubo distintas esporádicas que se reflejan en restos de incendiarios y en la construcción de algunos altares que se hicieron aprovechando edificios ya derrumbados”, detallo Lourdes Toscano Hernández, directora de la sito arqueológico de Kabah.
Como el altar de glifos del Codz Poop, aunque, su mensaje prehispánico no ha sido descifrando por completo, es simplemente imponente por su arquitectura Puuc; así como se encontraron los inicios de este estilo de construcción.
“Los inicios de la arquitectura del Puuc, sí, pero cerquita de acá, tenemos la gran pirámide como (…) 100 metros hacia al norte, teníamos una pirámide que por sus características arquitectónicas parecía arquitectura petenera, pero era todo lo que teníamos, no había sido excavada, no, nada, entonces no teníamos mayor evidencia”, dijo la directora.
Sin embargo, debido a los actuales trabajos encontraron los cimientos de un palacio del estilo del Petén, así como la pirámide de 46 metros de altura; aunque hay dibujos que datan desde 1890 y 1920 del sitio.
“La planta del palacio, el arreglo, el espacio interno, el espacio habitable, es exactamente igual, lo que significa que hay una continuidad, sino en la tradición constructiva, si en la manera de organizar el espacio, la manera en que vivimos es de suma importancia porque la transmitimos culturalmente”, detalló Toscano Hernández.
Pero Kabah, es un espacio mágico, aunque no hay agua, ni cenotes cercanos, lo que habla de la captación del líquido en temporada de lluvias y conservada en un “chultún”, y su tierra es sumamente fértil.
“De todos los asentamientos de la ruta del Puuc, es, cómo en un lugar donde no hay fuentes de agua, los mayas lograron construir semejantes ciudades que aun, nosotros con toda la tecnología nos asombramos de su presencia”, dijo la directora; actualmente, el agua se encuentra a 70 metros de profundidad.
Aunque, la ciudad fue abandonada por las antiguas sociedades, su memoria nunca desapareció de los habitantes de los alrededores: “se hace presente en la leyenda El Enano de Uxmal, en donde se narra que La Abuela o Hechicera del Enano de Uxmal, es precisamente una anciana que vivía en Kabah".
LG