Los hábitos son herramientas poderosas que nos permiten actuar sin que gastemos mucha energía en tomar la decisión de hacerlo y que el esfuerzo no nos parezca excesivo.
Es bastante común que admiremos a personas que parecen tener una voluntad sobrehumana como si nada: que se levantan temprano, se ejercitan diario, guardan dieta, cierran ventas, cumplen objetivos.
El éxito que tienen en lo que se proponen por lo regular se debe a los hábitos que han construido a lo largo de su vida. Los hábitos son conductas automáticas, a veces nos ayudan a lograr esos objetivos de vida y en algunas otras nos llevan a tener comportamientos negativos. Esa disciplina hace parecer que todo lo que realizan es muy fácil para ellos, pero no es del todo cierto.
Te compartimos cinco tips para que incorpores con mayor facilidad esos hábitos que te ayudarán a alcanzar tus metas.
1. Sé realista
No pretendas construir hábitos de la noche a la mañana. ¿Quieres correr un maratón?, acostúmbrate a ejercitarte todos los días mediante un programa que te permita avanzar gradualmente conforme a tu condición física, con constancia. Según James Clear, autor de Hábitos atómicos, la constancia es más importante que la intensidad. Correr diario una distancia es mejor que de vez en cuando una distancia mayor. Avanzar paulatinamente, con la orientación de un experto, te permitirá evitar frustraciones, y por lo tanto, te dará una sensación de éxito que te seguirá motivando.
2. Controla el ambiente
Heidi Grant, autora de Éxito: la forma de llegar a las metas, dice que el ambiente para realizar cualquier actividad es básico: te recuerda que quieres adquirir un hábito, pero te brinda las condiciones para trabajar sin distracciones y te alienta a realizarlo.
¿Quieres iniciarte en la carpintería?, necesitas un espacio donde instalar tu taller, las herramientas suficientes y el tiempo. ¿Cocinar?, un buen equipamiento e ingredientes. ¿Escribir?, un librero con libros que te inspiren, una silla y escritorio cómodos, y una computadora o una pluma y libreta, según te acomodes.
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3. Prémiate
Aquello que más te gusta, como tu café del día, una lectura o tu serie favorita, lo que sea, déjalo como un premio que te darás después de cumplir con la rutina de un nuevo hábito.
Si quieres hacer yoga todas las mañanas, no tomes tu café o té favorito hasta después de tu sesión diaria.
¿Necesitas habituarte a llamar a tus clientes?, sal a comer sólo después de haber hablado con ellos, pero toma esos momentos de alivio y reconocimiento. Albert Bandura estudió la autorregulación y debemos recordar que no podemos estar al máximo de disciplina y esfuerzo todo el tiempo. Tampoco te gratifiques desproporcionadamente. No es sano comprarte un pastel cada vez que haces ejercicio, por ejemplo.
4. Busca grupos de apoyo
¿Quieres aprender a leer más rápido? Busca cursos de lectura rápida e intercambia experiencia con tus nuevos amigos. Te motivará a trabajar tus sesiones con mayor creatividad y nuevos métodos. Barbara Fredrickson, en su libro Amor 2.0, indica que cuando fincas un hábito positivo con un amigo o amiga tienes más posibilidad de lograrlo.
Estos grupos aplican para todo: para vender más, para cerrar negocios, para impulsar candidaturas políticas, para convertirte en ciclista, youtuber, psicólogo; para dejar de beber, renunciar a relaciones tóxicas, etcétera.
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5. Aprecia tus logros
Ya lo decíamos al principio: evitar metas que rebasen tus fuerzas te permitirá alcanzar objetivos modestos, de manera exitosa.
Cada logro alimenta tu autoestima y te motiva a seguir adelante, lo que significa una fuente de energía que dura mucho tiempo. Angela Duckworth ha estudiado a las personas que tienen alta tenacidad, ella encuentra que poder registrar avances y aprender de ellos es importante
Por ello, registra tus avances por pequeños que sean. ¿Quieres tocar la guitarra?, que sepas dónde está una nota es un logro, cuando domines todo el diapasón, otro, y así sucesivamente.
Esta es una manera sana de mantenerte motivado.
El año todavía empieza y es buen momento para reenfocar tus esfuerzos.
MGR