A quién le interesa comprar juguetes viejos; quién ve eso como un negocio; difícil saber si hay gente que piense igual sobre lo que hoy se conoce como “vintage toys”… Estos y más cuestionamientos enfrentó Johnny Jiménez.
El valuador de juguetes antiguos en el programa televisivo “El precio de la historia” y propietario de Toy Shack, su tienda de antigüedades en Las Vegas, Nevada, explicó a Milenio Tamaulipas cómo nació su afición, la cual hoy es famosa a nivel mundial gracias a The History Channel.
“Mi padre trabajó recolectando basura, así que iba de casa en casa, y en sus vueltas se topaba con personas de la tercera edad que se deshacían de juguetes de los años 40 y 50; me los traía a casa, pero ya sabía entonces lo suficiente porque mi padre coleccionaba cosas, como monedas y cámaras.
“Yo sabía que esos objetos valían algo, así que comenzaba a investigar sobre los juguetes, y me ponía a venderlos los fines de semana. A mis ocho años de edad ya estaba ganando dinero vendiendo juguetes, pero era un pasatiempo, yo seguía en mi empleo normal”.
El padre soltero de una hija explicó que, cuando se mudó a Las Vegas, siempre supo que había la necesidad de una juguetería, por lo que se animó a abrir su tienda de juguetes antiguos.
“La gente decía que estaba loco, que no haría negocio con eso, que quién compra juguetes; no hice caso, me hice de mi clientela que creció con el paso de los años; Rick Harrison comienza a hacer su programa de televisión, y ha sido asombroso desde entonces.
“Rick nunca pensó que el programa sería lo que es hoy. Para un pequeño programa hecho en Las Vegas sobre una tienda de empeño, la gente de todo el mundo hoy lo ve (a través de The History Channel) y la gente se relaciona de alguna manera con él”.
Comentó que le ha tocado ver cómo se venden libros de hace 100 años en cantidades estratosféricas.
“Hay sets de Lego de 1998 que se venden en 10 mil dólares. He vendido autos de Hot Wheels en más de 1 mil dólares. Hay trenes caros, prototipos de Star Wars, incluso en el programa vendimos una figura en 10 mil dólares”.
Jiménez nació Bakersfield, California; su abuelo era de Monterrey, Nuevo León. Sus tíos y tías son agricultores. Cuando era un adolescente marchó con César Chávez en Los Ángeles, conoció a Charlie Sheen, su hermano Emilio Estévez, y a todos los actores de Hollywood que apoyan a los agricultores.
“Estoy muy orgulloso de mi cultura, de dónde vengo. En California la cultura está un poco dividida, pero la comunidad con la que trabajo en Las Vegas es grande, como son propietarios de restaurantes, y nos ayudamos mutuamente cada vez que podemos.
“Estoy viviendo el sueño norteamericano, estoy orgulloso de tener la doble nacionalidad. Mi familia ha peleado las guerras, contribuimos a la economía de este país”.
Comentó que Toy Shack tiene abierto 10 años, la cual opera junto con su hija. Antes se dedicaba a hacer letreros de neón, pero cuando la economía disminuyó decidió hacer algo que amaba, por lo que abrió la juguetería.
“No entendía el mercado de Las Vegas, pero sabía que debía haber gente como yo que quería una tienda como esta. Descubrí que hay muchísima gente buscando lo mismo que yo. Estamos en el corazón de Las Vegas, en Fremont Street y Las Vegas Boulevard; mi tienda abre hasta la medianoche los fines de semana.
“Todos los días conozco mexicanos, brasileños y de otras partes de América Latina. Es sorprendente hablar con la gente, especialmente si son de Monterrey. Son felices de encontrar cosas en mi tienda, tomarme fotos con ellos y responder sus preguntas”.
Es la primera vez que viene a Tampico, y considera que la gente que ha conocido hasta el momento ha sido fantástica.
“Espero que me lleven juguetes fascinantes para comprarlos. Pienso que es el primer paso de las actividades que tenemos planeadas para México. Ojalá podamos seguir haciendo cosas este año y el próximo. Ya avisé a la familia que andaremos por acá”.