Abdica Guillermo II a la corona alemana

La Opinión publicó el 12 de noviembre de 1918 que se refugió en Holanda. En su escape una princesa resultó herida cuando los soldados y obreros amotinados arremetieron contra ellos.

Soldados británicos tomaron una trinchera. Iban atrás de una pelota. Hombres tenían que ser.
Cecilia Rojas
Torreón, Coahuila /

Hasta entonces el káiser Guillermo II se decidió a abdicar, junto con el kronprinz y eso significaba que el armisticio se firmó. A las cinco de la tarde del día once, hora de París. La realeza alemana escapó en bandada.

El káiser al menos, se refugió en Holanda. Alberto de Sajonia y Ludwig de Baviera también abdicaron. En su escape de Munich, una princesa resultó herida cuando los soldados y obreros amotinados arremetieron contra ellos.

Se esperaba que el ex káiser y el ex kronprinz se despidieran de sus tropas. Pero no lo hicieron. Al leer el texto de la abdicación, Guillermo II, dijo que "tal vez es por el bien de Alemania".[OBJECT]

Pocos como él dañaron así a un país entero. Se queda en la memoria negra, pero no se le puede culpar del todo, por que sus motivaciones tendría para llegar a tales extremos.

Las condiciones del armisticio impedían que las tropas que aún estuvieran desplegadas siguieran en activo. Así que los mensajes corrieron lo más rápido posible y en tanto, las tropas germánicas derrotadas, las que podían, aún desarrollaban tropelías en campos de batalla.

Estaban todos muy contentitos en Berlín. Era una sociedad harta de todo, que veía una luz de esperanza. La República germana fue avanzando y en cada ciudad se proclamaba en medio del regocijo de una revolución que tenía miras hacia la paz anhelada.

Los reporteros de La Opinión ya tenían la pista sobre quién era el que estaba detrás de la famosa Mano Justiciera, pero se comprometieron a no hablar de eso hasta que la policía terminara sus investigaciones. Al parecer no se reveló nunca quién fue.

Salió el peine de que las autoridades de San Pedro estaban muy complicadas en el robo de algodón y no se robaban una borlita, no, se robaban costales y pacas, un dineral en pérdidas.

El asunto llegó hasta el presidente Venustiano Carranza, que seguramente ya estaba enterado de que ahí las cosas estaban básicamente de la fregada.

Desde el corazón de "El Pueblo", este bonito pensamiento sobre el periodismo: "El don divino, el vapor increado, la inteligencia humana puesta al servicio de la humanidad".[OBJECT]

Señalaba que el que se dedicara a esta labor sin par, debía ser abnegado a toda prueba para no fatigarse ni desalentarse, sentir la voluptuosidad de la virtud callada que se difunde como el perfume. Ándele.

El Liceo Morelos anunciaba que disponía de espacio para poder dar servicio de internado a algunos de sus estudiantes, lo que era una ventaja algo cara por entonces.

Gómez en el marco de elecciones, finalmente había dejado de lado la campaña sucia de insultos. Al menos de momento por que luego nadie se sabía otra canción.



dcr

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