Amenaza a los jóvenes pérdida de bienestar

En Norteamérica las brechas de percepción de la felicidad entre sus habitantes menores de 30 y mayores de 60 son muy grandes.

La juventud está dejando de percibirse como feliz, según el Informe Mundial de la Felicidad 2024. FOTO: Reuters
Ciudad de México /

La juventud está dejando de ser la población con mejor estado de bienestar en los países con los que nos interesa compararnos.

Según el Informe Mundial de la Felicidad 2024, publicado el 20 de marzo pasado, ejemplifican muy bien porqué no debemos descuidar la formación de los jóvenes y, por el contrario, brindarles herramientas de bienestar integral desde su más temprana edad.

Según el documento preparado por Gallup, el Centro de Investigación del Bienestar de Oxford y la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, Estados Unidos y Alemania dejaron de formar parte de los 20 países con los más altos niveles de bienestar en el mundo este 2024.

La mayor parte de esa caída se explica por la baja percepción de bienestar que tienen sus juventudes.

El caso más grave es el de nuestro vecino, Estados Unidos, que pasó en un año de ser el país número 15 más feliz del mundo, al 23.

La principal causa de la caída es por la forma como se sienten sus habitantes menores de 30 años. Es decir, cuando sólo se miden las condiciones y percepciones del grupo más joven, Estados Unidos pasa del lugar 23 al 62, lo que podríamos nombrar como una brecha de desigualdad de la felicidad entre generaciones.

Si sólo se tomara en cuenta a la población mayor de 60 años, los estadunidenses estarían entre los 10 más felices del mundo.

Canadá no está lejos de este fenómeno. En el ranking general del reporte se ubica en el lugar 15, pero si la medición se hiciera sólo entre los más jóvenes, es decir, sus habitantes menores de 30 años, ocuparía el lugar 58; mientras que si sólo se tomara en cuenta a los mayores de 60, se ubicaría en el octavo sitio.

Igual pasa con Alemania. Este año ocupó el lugar 24, pero si sólo consideramos a su población más joven ocuparía el lugar 47, y si consideramos a los más viejos, estaría en el 21.

Este fenómeno se repite de distintas maneras también en Australia, Nueva Zelanda y en los mismos países más felices del mundo: Finlandia, Dinamarca, Suecia, Países Bajos y Noruega.

El verano pasado, en Vancouver, durante el Congreso de la Asociación Internacional de Psicología Positiva (IPPA, por su siglas en inglés), conversé sobre estos temas con John F. Helliwell, miembro del Consejo Editorial de Informe Mundial de la Felicidad.

Coincidimos en que una de las cosas más importantes para aumentar el bienestar en general es incluir en los planes de estudio disciplinas relacionadas con el manejo de las emociones, las relaciones sociales, el significado de la vida y la salud física y mental.

Helliwell conoce muy bien el ecosistema que manejamos en la Universidad Tecmilenio y que está sustentado en los estudios e investigaciones que hacemos en el Instituto de Ciencias del Bienestar Integral y tal vez nuestra plática reflejaba ya su preocupación por lo que está pasando en Estados Unidos y Canadá, este último el país donde se crió.

Los problemas que viven los jóvenes norteamericanos relacionados con las drogas y violencia puede estar reflejados en las cifras que nos da el WHR.

En general, todos tenemos la creencia que la juventud es la etapa más feliz de la vida, difícilmente se puede cuestionar, es un tiempo donde hay alegría, energía, optimismo y esperanza.

Es de preocuparse que esta percepción empiece a cambiar, particularmente en países tan cercanos a México y con los cuales muchas veces nos queremos comparar.

De acuerdo con los datos del Informe, en 79% de los países analizados (105 de 143) son los jóvenes quienes se sienten más felices. Sólo en 17% (23), son los viejos los que se dicen más felices y el resto de los otros grupos etarios (en total, son cuatro grupos: los menores de 30 años; entre 30 y 44; de 45 a 59, y los mayores de 60).

Prácticamente es “anormal” ser feliz en la vejez. Según los mismos datos, sólo en siete países son los jóvenes quienes se sienten más infelices.

Sin embargo, podríamos decir que también podría ser “normal” alcanzar la felicidad en la edad adulta, pues con la edad vamos aprendiendo a vivir.

México arroja un dato curioso que no quiero dejar de comentar.

La población mexicana más feliz de los cuatro grupos etarios que analiza el WHR es la media baja, es decir, los que se ubican entre 30 y 44 años. Si el ranking se hiciera sólo en este rango de edad, México sería el lugar 19 entre los 143 países participantes.

Si sólo se midiera a las personas menores de 30 años, ocuparíamos el lugar 22; de 45 a 59 años, caeríamos al 32, y para los mayores de 60, al 33.

En la tabla general México regresó al lugar 25, mismo nivel que tenía antes de la pandemia.

Si bien la familia es una gran fortaleza, creo, como muchos de mis colegas, que es fundamental que los mexicanos recibamos de manera sistemática y formal más herramientas para mejorar nuestro bienestar.

MGR

  • Rosalinda Ballesteros
  • Directora del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral de Tecmilenio

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