¿Te imaginas nacer sin poder oler nada a tu alrededor o perder el sentido del olfato por una gripe mal tratada? Aunque suene un poco drástico esta enfermedad existe y se llama anosmia.
Este padecimiento puede ser adquirido de un momento a otro. Algunas de sus causas son: resfriado mal tratado, alergias frecuentes, mala calidad del aire, lesiones en los nervios nasales, abuso de medicamentos como antibióticos, antiinflamatorios o calmantes, uso de narcóticos o hasta la vejez.
TE RECOMENDAMOS: Tu personalidad cambia según el idioma que hables.
La anosmia no es nueva, pero sí desconocida para la mayoría de las personas. A pesar de que la enfermedad afecta al cinco por ciento de la población, según un estudio publicado en el journal médico sueco, Laryngoscope. Las personas anósmicas no solo pierden el olfato, sino parte del gusto porque ambos sentidos se relacionan. El síntoma más común es perder el olfato poco a poco. Cuando se comienza a padecer esta enfermedad los objetos van cambiando o perdiendo su olor original.
Muchas veces la anosmia es desatada por un catarro mal tratado, si en dos semanas no se logra recuperar el olfato puede ser señal de que está pasando algo más grave. También existen casos en los que este mal crónico se desarrolla desde la infancia; esto complica el diagnóstico porque los niños no se dan cuenta de que no pueden oler como los demás.
Si la causa de la enfermedad se debe a lesiones en los nervios nasales o como consecuencia de la vejez la anosmia no es tratable, pero con un buen tratamiento puede mejorar un poco el sentido del olfato. Por otro lado, si la anosmia es generada por obstrucciones dentro de la nariz, se puede corregir con una cirugía.
No es una enfemedad de vida o muerte, pero está claro que tampoco es cómoda porque no hay nada como el olor a chocolate, lluvia o un buen perfume.
FM