Si se trata de dietas, las opciones abundan y si has probado más de una, seguro estás harta de tratar de perder peso sin éxito. Si no es así, a lo mejor en más de una ocasión has querido mantener hábitos más saludables, pero no sabes cómo.
Existen muchas alternativas para perder peso, aquí encontrarás algunas fáciles de aplicar a tu día a día.
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Respeto a nuestro cuerpo
El punto más importante es que nunca te prives de nada porque cuando restringes un alimento, ya sea calórico o no, tu cuerpo te lo pedirá en el futuro. Esto pasa porque si durante toda tu vida has comido galletas para merendar, no puedes enviarle una señal a tu cuerpo para dejar de hacerlo de la noche a la mañana. El organismo es capaz de lograrlo pero se requiere disciplina y tiempo.
El equilibrio es esencial, no puedes pretender comer sano todos los días. Tendrás días malos y buenos.
Sascha Barboza, influencer y coach de nutrición y rutinas de ejercicio, recomienda en su página personal dividir la ingesta en un 80-20: es decir, que el 80 por ciento de los alimentos que consumas sean completamente naturales, como la carne, el pescado, frutas y verduras, etc. El otro 20 por ciento pueden ser alimentos procesados, como los carbohidratos (pan), salsas y aderezos (bajos en grasa y calorías) y por qué no, una (o varias) comidas libres y sin reglas.
Comer: cuándo, dónde y cómo
La ingesta recomendada son cinco comidas al día divididas en tres principales y dos snacks (uno en la mañana y otro en la tarde). Esto puede depender de tu actividad física, tu condición o tu apetito, según el Doctor Buffestein de la Escuela Médica de Johannesburgo.
No te martirices si cinco comidas es muy poco para ti al inicio, pueden ser más si respetas la idea de que todas ellas sean saludables y te aporten energía. Por ejemplo, aunque parezcan saludables, las barritas de cereales no son una buena opción para consumo diario. Prueba sustituirla por una manzana y una onza de chocolate negro (80 por ciento o más de cacao).
mrf