Desde la década de los ochenta, Calvin Klein se convirtió en un símbolo de la provocación con sus anuncios publicitarios. En sus 51 años, la marca ha sido criticada por promover la violación, las drogas y la violencia. Además, muchos de sus modelos fueron vetados de las revistas y la televisión estadunidense.
Los anuncios de Calvin Klein fueron el blanco de la Asociación Americana de Familias, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y el ex presidente Bill Clinton, pero ninguno de ellos afectó sus ventas. Te presentamos una lista de las campañas y comerciales que generaron controversia.
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Brooke Shields
La modelo y actriz Brooke Shields protagonizó la campaña para anunciar unos Calvin Klein Jeans. La fotografía realizada por Richard Avedon mostraba a Shields portando una camisa medio desabotonada, levantando al aire una pierna que viste un vaquero azul. El anuncio causó polémica por la frase “¿Quieres saber qué se interpone entre mis Calvins y yo?”, pero llevó a la marca y a su protagonista al estrellato.
Kate Moss
Kate Moss apareció en el anuncio para promocionar el perfume de la marca, Obsession. Para algunas autoridades estadunidenses, como el ex presidente Bill Clinton, la campaña reflejaba el movimiento “Heroin Chic” que se llevaba a cabo y fomentaba desde una "perspectiva glamurosa" el uso de las drogas.
Anuncio grupal
En 2009, el fotógrafo Steven Meisel, quien realizó algunas de las campañas publicitarias más icónicas de Calvin Klein, presentó un grupo de modelos en una valla publicitaria en SoHo, Nueva York, el cual fue prohibido en los Estados Unidos porque la Asociación Americana de Familias consideraba que invitaba al sexo en cuarteto.
Violencia
En 2010, la modelo Lara Stone protagonizó una arriesgada campaña publicitaria de Calvin Klein Jeans que se retiró en Australia, ya que encontraban que el anuncio era "sugestivo de violencia y violación". También recibió reacciones de grupos de mujeres.
Acoso y agresión sexual
Bajo el lema “I flash in #mycalvins”, se presentó el anuncio que mostraba una foto de “upskirt”, debajo de la falda, de la actriz Klara Kristin. La publicidad fue acusada de alabar el acoso y la agresión sexual. La campaña se produjo en un momento donde había un aumento de denuncias hacia hombres en el transporte público que toman fotos de las faldas de las mujeres, tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido.
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