La Ciudad de México está llena de leyendas que causan angustia e intriga a sus habitantes. Historias como la del Viejo del Costal o La Llorona han aterrorizado a varias generaciones de ciudadanos e incluso se han vuelto parte de la cultura popular del país.
Sin embargo, existen otras historias que aunque no gozan de tanta popularidad, causan terror entre las pocas personas que las conocen, una de ellas es la de La Manita de la Merced, la cual cuenta la leyenda sobre un objeto que resalta a simple vista y que guarda mucho misterio.
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La intrigante historia de La Manita de la Merced
El popular barrio de la Merced, además de contar con uno de los mercados más populares de todo el país, tiene en sus haberes varias historias que han aterrorizado a más de una persona, una de ellas es la de la Manita de la Merced, la cual hace referencia a una misteriosa mano de piedra puesta en la fachada de un inmueble ubicado entre Jesús María y la Plaza Alonso García Bravo.
La historia cuenta que aquel objeto de piedra en algún momento fue una mano de carne y hueso perteneciente a un ladrón que robó una gran cantidad de joyas y objetos de valor del convento de la Merced.
Cuando se dio con el culpable, se decidió que dicho hombre recibiría la pena de muerte, pero momentos antes de tener su castigo, le cortaron la mano y la exhibieron en el inmueble ubicado enfrente del convento. Con el tiempo se fue descomponiendo, por lo que el dueño del lugar la sustituyó por una de bronce pero alguien la robó y finalmente se decidió que se colocaría una de piedra, sólo para seguir la tradición.
¿Una historia de desamor?
Existe otra versión de la historia, la cual cuenta que en aquel edificio vivía una pareja de comerciantes y que la esposa tenía un amante a quien le daba parte de las ganancias que generaba junto a su esposo. Al final, el marido se enteró de lo sucedido y le cortó la mano a su cónyuge, la cual fue esculpida en piedra y exhibida para que nunca se olvide de lo que hizo.
Aunque no existen testigos de lo sucedido, ambas versiones son igual de teóricas y se suman a la larga lista de misterios de la Ciudad de México.
CAVS